FC BARCELONA

Euforia total en la plantilla: “¡Ha empezado una nueva era!”

Las celebraciones se desataron nada más acabar el partido: primero en el mismo césped, luego dentro del vestuario. Caló la frase de Araújo.

La fiesta que se vivió por parte de la plantilla del FC Barcelona, nada más pitar el final del partido el árbitro, fue lo más parecido al éxtasis. Los jugadores se unieron en el mismo centro del campo para hacer un corro, donde se unieron tanto titulares como suplentes, y miembros del staff, incluido Xavi Hernández, para dar rienda suelta a sus emociones, cantando el célebre ‘Campeones, campeones…’.

Pero esto no fue nada más que la punta del iceberg. La euforia se desató dentro del vestuario, con toda la plantilla cantando el himno del FC Barcelona y otras canciones populares que se suelen corear en cada partido del Camp Nou. Los que llevaron la voz cantante eran los capitanes, especialmente Sergi Roberto y Sergio Busquets, con Jordi Alba también aportando lo suyo en un segundo plano, y un Ter Stegen un poco más comedido. También el tercer portero, Arnau Tenas, demostró su barcelonismo, siendo uno de los abanderados a la hora de dar el do de pecho.

Y es que los jóvenes, cómo no podía ser de otra manera, fueron los más desatados durante las celebraciones, especialmente Ansu Fati y Gavi, que se hartaron de gritar y jalear. Tan eufóricos estaban que hasta empezaron a hacer toques de balón con la cabeza mientras que el resto del equipo cantaba a pleno pulmón.

En todo caso, algunos prefirieron pasar más desapercibidos en las celebraciones. Y no especialmente Ferran Torres y Pablo Torre, pese a no jugar ni un minuto, sino Memphis Depay, al que apenas se le vio participar con sus compañeros, dejando muy claro que parece tener ya un pie y medio fuera del club.

Mientras tanto, Pedri aprovechó la presencia de sus padres para ir a las gradas a saludarlos, con su madre llorando de emoción. Y la mayoría de jugadores se hacían ‘selfies’ con el trofeo en las manos y enseñando la medalla que les premiaba como campeones de la Supercopa.

Aparte de los cánticos y las celebraciones, la mayoría de los gritos del vestuario tenían un denominador común: “¡Ha empezado la nueva era!”. Ronald Araújo fue el más decidido a la hora de proclamar a los cuatro vientos el inicio de un nuevo ciclo, respaldado por un Jules Koundé eufórico, mientras que Robert Lewandowski no paraba de abrazarse a Pedri.

Durante el viaje de vuelta a Barcelona se brindó con cava por la Supercopa, con el presidente Joan Laporta como anfitrión, y por la conquistas de los próximos retos que tiene el club en mente, entre los que destaca con luz propia el título de LaLiga, donde el Barcelona es líder en solitario.

No hay duda de que uno de los más contentos en el vestuario era Xavi Hernández, que veía como su proyecto salía reforzado. “Gracias a todos, habéis conseguido algo muy importante: hacer feliz a la gente y que se sientan orgullosos de vosotros”, subrayó el técnico en el breve discurso que realizó tras el partido.