ESPANYOL

Esperanzador paso de ecuador para el Espanyol de Diego Martínez

Tres semanas después de echar a andar, y a 19 días para la Liga, el equipo perico está imbatido, se coordina, es versátil y tiene gol, pese a que la planificación está todavía a medio hacer.

PACO RODRIGUEZ

Tan presuntuoso sería lanzar las campanas al vuelo por su buen arranque, en lo que son simples amistosos de preparación en medio de dobles sesiones, como ignorar los buenos síntomas que presenta el paciente. Y el Espanyol de Diego Martínez, que echó a andar el pasado 4 de julio y que se sitúa cronológicamente a medio camino entre ese inicio y el estreno en la Liga, que llegará el sábado 13 de agosto ante el Celta, en Balaídos, carbura. Muchos son los cambios que se adivinan e incluso plasman. Y otros muchos los que todavía están por venir.

A nivel grupal, es obvio que después de 270 minutos el equipo perico ha conseguido que todavía no le metan un gol en esta pretemporada, tan anecdótico como sintomático. Y también lo es que los ha marcado, y que ha gozado de numerosas llegadas para conseguirlo. Asimismo, resulta evidente que el Espanyol ha dado un paso al frente, con una presión mucho más avanzada –incluso cuando la practica en bloque medio– y una agresividad desconocida tras pérdida, o en cualquier circunstancia sin balón. Una valentía que hasta ahora no han acusado atrás, pese a que sustos lógicamente ha habido en los tres amistosos ante Montpellier (2-0), Las Palmas (0-0) y Lille (2-0).

Se han estrenado, y con éxito, los cuatro fichajes oficializados hasta la fecha. Salvo Brian Oliván, que disputó con buenas prestaciones la primera mitad del Espanyol-Montpellier pero que desde entonces ha ido regulando las cargas de trabajo, tanto Benjamin Lecomte como Vinicius Souza y Joselu Mato han destacado. El portero mostró sus reflejos este domingo frente al Lille, en el primer encuentro en que disputó los 90 minutos. Ese mismo día estrenó su cuenta goleadora el delantero, que se está afianzando además como ese pivote sobre el que descargar balones cuando la salida de balón no puede ser limpia. Y especialmente constructivo está siendo el rol del brasileño.

Keidi Bare, Darder y Vinicius Souza, el trivote del nuevo Espanyol.PressinphotoGetty

El trivote como esencia

Porque Vinicius, pieza clave en los tres encuentros disputados, no solo está aportando una labor insaciable al corte, en esa presión feroz que busca Diego Martínez, sino que está permitiendo que Keidi Bare haya ganado unos metros respecto a las dos anteriores temporadas, lo que le permite incorporarse más al ataque pero, a la vez, también ejercer de segundo guardaespaldas corrector tras la zaga y el propio Vini. Y a Darder ese esquema le da libertad para estar más cerca de los metros donde se deciden los partidos, aunque más alejado del origen de las jugadas. Fuerza y talento: el trivote contiene la esencia de este Espanyol.

Es esa versatilidad precisamente otra de las armas potentes de este nuevo Espanyol, en que los jugadores se irán cada vez más intercambiando posiciones en función de las características del adversario o de algún momento concreto de los partidos. Y, en esas, el estilo puede ser combinativo pero en muchas ocasiones –hasta ahora, las más– puede romper líneas rivales con pases al espacio o, sobre todo, con bandas muy largas, que dan profundidad por un lado y más metros por otro a los interiores y puntas para moverse con mayor comodidad.

La cantera, fundamental

En ese sentido, la aportación de la cantera está siendo fundamental. Una de las sorpresas más gratas de esta primera mitad de la pretemporada. Con Simo, que ha jugado dos partidos completos consecutivos en apenas día y medio, no solo impecable en defensa sino preciso como un bisturí en los pases orientados.

Con Villahermosa, que está jugando de maravilla sus cartas tras comparecer por la desgraciada lesión de Gori, incluso con un gol en el estreno. Y con Rubén Sánchez y Omar, quienes además de brillar lo están haciendo en demarcaciones que no son estrictamente las suyas, aunque sí las habían ocupado en el filial, lo que muestra el conocimiento de Diego Martínez sobre ese peldaño siguiente tan necesario.

Raúl de Tomás y Joselu, durante un entrenamiento en Marbella.RCDE

Un puzle a medio hacer

Con el 4-3-3 como sistema para ir modelando al equipo, las piezas van encajando y se van sincronizando con rapidez. Pero el puzle es todavía harto incompleto, como lo demuestra para empezar la ausencia de un Raúl de Tomás que tras diez días de entrenamientos –llegó más tarde, con permiso del club– todavía no se ha estrenado, y para continuar todas las posiciones que aún pretenden reforzar el entrenador y la dirección deportiva, como el extremo. Sin olvidar a Tonny Vilhena, repescado del Krasnodar.

Las salidas de quienes no cuentan –es un secreto a voces que se trata de Aleix Vidal, Nany Dimata y Matías Vargas, que no van ni convocados y se ejercitan al margen en Marbella– y/o una gran venta deberían desatascar esa fase 2 de un camino a la Liga que va por el buen camino.

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