Engonga: “Gran parte del éxito del Madrid es por Ancelotti”

Iba para electricista, pero acabó siendo el Gullit ibérico. Vicente Engonga (Barcelona, 1965) se crio en una familia de origen muy humilde (“pobres pero honrados” repetía con frecuencia su madre) y el fútbol le permitió soñar con un futuro mejor. Después de rechazar una propuesta del Real Madrid, se asentó como gran centrocampista en Primera División, jugó una larga etapa en los 90 con el Celta, el Valencia y el Mallorca y llegó a disputar 14 partidos con la Selección. Cántabro de corazón, desde que llegó a Baleares, en 1997, Palma ha sido su hogar. Miembro del cuerpo técnico de la RFEF como asistente de categorías inferiores, Engonga, que disputó casi 200 partidos como bermellón y entrenó al juvenil, al filial y fugazmente al primer equipo, como ayudante de Miquel Soler, desempolva el álbum de recuerdos desde su casa junto al Mediterráneo.

¿Cómo está el termómetro de la expectación?

A tope. Por las nubes, aunque estemos en agosto. Es cierto que hay muchos mallorquinistas fuera, pero el campo estará lleno. Algunos incluso acortarán sus vacaciones para ver un partido así. Será el estreno oficial en LaLiga y con un visitante como el Madrid las ganas son enormes.

¿La isla es ahora más blanca que culé?

Ahora diría que sí. Suele ir por épocas, en función de qué equipo sea más ganador. Las nuevas generaciones se están haciendo más del Real por sus últimos títulos nacionales e internacionales. Por eso, ahora Mallorca es un poco más madridista.

La visita de Mbappé será un aliciente más…

Los turistas y los madridistas están deseando verlo en directo, aunque los mallorquinistas no tanto (risas). Es un reclamo brutal que añade más pólvora y calidad a un equipo ya de por sí extraordinario.

¿Qué le pareció el Madrid en la Supercopa de Europa?

Ganó, que es lo importante. No era un partido fácil porque el Atalanta plantea un fútbol diferente, con hombre a hombre en todo el campo y no es fácil en ocasiones entender las situaciones tácticas del encuentro. Veo al Madrid como un gran conjunto al que todavía le queda trabajo para llegar a consolidarse como un equipo.

¿Cómo cree que encajará las piezas Ancelotti?

Al final el talento se hace sitio y el Madrid tiene un entrenador fantástico para saber elegir lo que necesita en cada momento. La temporada es larga, habrá cambios de jugadores y posiblemente de sistemas, pero gran parte del éxito de este Madrid radica en Ancelotti, que es un fenómeno.

¿La vida para el Madrid será más difícil sin Kroos?

Creo que sí, sobre todo al principio. Es un jugador que ha marcado el ritmo de juego del equipo durante muchos años. Él decidía a lo que se tenía que jugar y eso es muy difícil de conseguir. Era un jugador totalmente dominante en el centro del campo. Al Madrid le costará encontrar a alguien como él porque el fútbol no es sólo llegar al área, es también el inicio de la jugada, asear el juego y saber el ritmo que corresponde en cada momento. Tal vez Modric pueda hacer ese papel durante el tiempo que le quede en el Madrid.

¿Qué le parece el fichaje de Arrasate para el banquillo del Mallorca?

Un acierto. Espero que le vaya, al menos, tan bien como en Osasuna. Es un técnico muy preparado, no tiene miedo planteando los partidos y es inteligente. Le deseo lo mejor.

¿Qué pronostica para el debut?

Me gustaría que ganase el Mallorca, pero ya me conformaría con un empate viendo el huracán que nos llega (risas).

¿Cuál es el primer recuerdo que le viene a la cabeza de sus múltiples enfrentamientos con el Madrid?

Hay muchos muy buenos, como cuando ganamos en el Bernabéu, pero el que más recuerdo es negativo. Justo hace 25 años, Son Moix se inauguró oficialmente con un Mallorca-Real Madrid en la primera jornada de aquella liga, igual que ahora. Íbamos ganando 1-0 hasta el minuto 90, pero en el descuento marcaron Raúl y Morientes y nos ganaron. Con el Madrid nunca puedes pensar que lo tienes hecho hasta que el árbitro pita el final.

¿Admiraba a Butragueño?

Sí, porque siempre me han gustado los grandes futbolistas que en el campo se comportan como caballeros y Emilio lo hacía siempre. Recibía muchas patadas y nunca protestaba. Entendía el juego y los momentos. En la temporada de mi debut en Primera División me sorprendió mucho porque no esperaba algo así. A veces nos miraba como preguntando “¿me vais a seguir dando patadas?” pero no decía nada y seguía jugando.

¿Zidane tenía una actitud similar?

Sí. Le tengo mucho respeto por ello. Él era consciente de que le iban a hacer más faltas que a otros por su calidad y no se pasaba el partido detrás del árbitro como hacían otros.

¿Figo, por ejemplo?

Él era totalmente diferente en ese sentido. No tenía nada que ver con Butragueño o Zidane. No es una crítica sino reflejar la actitud que cada uno tenía en el campo. Por mi forma de ser yo siempre admiré a las estrellas que no protestaban por lances del juego. Yo siempre fui muy del “Buitre”, de Zidane y de Raúl.

¿Es cierto que usted rechazó al Madrid siendo joven?

Lo es. Yo tendría 20 años. Terminé el servicio militar y me fui a jugar al Sporting Mahonés. Un día hablé con Miguel Malbo, jefe de la cantera en el Madrid de entonces, y me dijo que me habían seguido durante toda la temporada y que les encantaría verme en la Ciudad Deportiva para confirmar todos los informes y ficharme. Yo llevaba apenas una semana en Cantabria después de mucho tiempo fuera y no quise dejar a la familia para irme a Madrid a entrenar. Les dije que no y me quedé en casa ¡Y eso que yo era seguidor del Real Madrid!

¿Alguna vez se arrepintió?

No, porque lo hice con el corazón. Prioricé la familia en ese momento, quería sentirme bien conmigo mismo y nunca se sabe lo que podía haber pasado si hubiera ido. Años después llegué a Primera División y no me fue mal. Tal vez si hubiera ido a Madrid no habría llegado nunca a la élite. Nunca se sabe cuál es el camino correcto.

¿Su gran referencia fue Gullit?

Sin duda. Aquel Milán era impresionante y él me cautivó. Jugaba en la línea defensiva, en el centro del campo, de mediapunta y de delantero. Tenía una gran zancada, buena conducción y metía muchos goles. Era un jugador total, lo que se llama un todocampista. Me gustaba mucho Van Basten, pero sobre todo Gullit. Le copié hasta en el pelo porque empecé a dejármelo largo por él.

Usted se enfrentó a Maradona…

Sí. En su etapa en el Sevilla. Para mí es el mejor de la historia. Los ha habido muy buenos, como Messi y Cristiano recientemente, pero para mí el número uno de siempre ha sido Diego.

Cuenta la leyenda que Luis Aragonés echó una gran bronca a Mijatovic en el Valencia tras marcar un hat-trick…

Eso es cierto. Yo estaba allí. Fue en Compostela. Ganamos 1-4 creo y Luis le metió un broncazo impresionante por no hacerle caso en cuestiones tácticas. Entramos al vestuario eufóricos y todo cambió en segundos. Yo estaba alucinado, igual que el resto del vestuario. Pedja estaba con la cabeza agachada y el resto del equipo en silencio absoluto. Todos pensamos que si trataba así a un jugador que había metido tres goles había que ponerse las pilas. El Sabio era único.

¿Su origen humilde le ayudó a triunfar en el fútbol?

En el fútbol y en la vida. Me enseñaron a no bajar los brazos, a ser respetuoso y educado siempre y a pelear por lo que quería. Las enseñanzas de los padres te marcan para toda la vida y en mi caso fue así.

¿Su primer recuerdo de fútbol tiene que ver con AS?

Sí. Mi padre, que era del Atleti, compraba siempre el AS. Era el periódico que siempre teníamos en casa. Cuando yo era muy pequeño empecé a deletrear con los ejemplares que mi padre traía a casa cada día.

¿Él fue su héroe?

En gran medida sí. Tuvo la valentía de abandonar su país (Guinea Ecuatorial) y su continente para mejorar e hizo un gran esfuerzo para integrarse en una sociedad diferente. En Cantabria debió ser uno de los primeros negros en establecerse y salió adelante.

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