‘Enfocando’ a Camavinga
Jordan Bajo ha cumplido su sueño. De animar al Madrid en la grada a fotografiar a sus estrellas. Cuenta su historia en AS y retrata la otra cara del centrocampista. De Toulouse al Bernabéu, pasando por la Paris Fashion Week.
De Toulouse a Madrid, pasando por la Paris Fashion Week. De la grada del Bernabéu como aficionado a tener a Benzema y su Balón de Oro a una cámara de distancia. Jordan Bajo (26 años) apostó todo a la fotografía cuando estalló la pandemia (”gasté todo lo que tenía en material fotográfico”) y está viviendo “un sueño”. Con las zapatillas sneakers y las redes sociales como trampolín ‘se ha colado’ en la vida de artistas, modelos y deportistas para ‘enfocar’ su día a día. “Ahora mismo, oficialmente, trabajo con Camavinga. Y con Valverde desde hace poco. Con Benzema he hecho cosas con sus video-makers, pero no directamente con él”, explica Jordan, que se ha pasado por la redacción de AS para explicar cómo ha sido ese proceso y cómo son las estrellas detrás del objetivo. Especialmente Cama. “Con él es trabajar con un amigo”.
Es habitual ver al centrocampista sonreír y no regatear aficionados cuando le paran en las puertas de Valdebebas. “Camavinga es igual a como lo ves en la tele o los medios. Es muy buena persona, siempre de buen humor y riendo. Al principio era muy bromista. Siempre estaba sonriente, mientras hacíamos fotos nos reíamos. Con él pasa el tiempo volando y no te das cuenta. Eso es lo que me gusta de mi trabajo. Es trabajo, pero me lo paso bien”, razona Jordan en perfecto castellano. Herencia de sus dos abuelos (“de León y Valencia”), como su madridismo y... mucho más. “Me regalaban camisetas del Madrid y me gustaba. Mis abuelos vinieron a vivir a Francia durante la dictadura de Franco, fue muy difícil para ellos. 60 años después soy yo él que hace el camino inverso, persiguiendo mis sueños y siempre intentado que se sientan orgullosos. Al final lo que hace que mi trabajo sea distinto es mi doble cultura y esto lo debo a mis abuelos y a mis padres. Ellos me han enseñado que cuando sales de tu zona de confort, puedes lograr cosas muy grandes”.
Muchos nexos de unión
Aunque no fue ese gen blanco lo único que hizo de nexo de unión con el Madrid. ¿La clave? Las redes sociales. Un periodista le reconoció cuando asistía al Madrid-Chelsea de Champions como aficionado y le facilitó a través de su medio de comunicación la acreditación. Ahí empezó a aparecer a pie de campo. Mientras que fue Sebastiao Camavinga, hermano de Eduardo y aficionado a las sneakers que fotografiaba Jordan, el que entrelazó los caminos de nuestro protagonista y el madridista. París cerró el círculo de manera profesional. “Hago fotos desde 2016, pero como hobby. Cuando llegó el COVID me compré una cámara para practicar. Gasté todo lo que tenía en material para hacer fotos. Pregunté en discotecas y clubes de Toulouse. Les gustó mi trabajo y a partir de ahí... La Paris Fashion Week llegó después, cuando ya conocía a Camavinga, (Rafael) Leão...”, contextualiza.
Una visita al Instagram del zurdo de Cabinda descubre rápidamente que es un fashion victim. De hecho, en julio fue más allá, se puso serio sobre la pasarela y desfiló para Balenciaga. Ese mundillo ocupa gran parte de su tiempo libre y en la célebre semana de la moda parisina se encontró un rostro familiar. “Conocí a una estilista, Basstheplug, y seis meses después, ella empezó a trabajar con Camavinga. Yo ya le conocía través de su hermano. Nos encontramos un día con ella, cuando iba con Camavinga, y vimos que todos nos conocíamos. Ella me invitó a la Paris Fashion Week. Fui y empecé a hacer contenido. Ahí ya hacía fotos a Cama, de lifestyle, pero ahí todo se volvió más serio. Incluso el Madrid publicó algunas fotos que le hice con Alaba”, continúa Jordan, que tomó la decisión de mudarse definitivamente a la capital española, donde ahora reside y prepara una exposición de trabajo en clave Real Madrid.
En las paredes disfrutarán de parte de los éxitos recientes del club blanco. Una instantánea de Marcelo en la rúa de la Liga 34 y la del día que Benzema brindó el Balón de Oro al Bernabéu las guarda con especial cariño en su álbum particular. De hecho, la de Karim es su favorita: “Fue una oportunidad increíble. Lo tenía todo planeado y le hice una fotografía y un vídeo, el cual él subió después. Más de 2 millones de visitas...”. Una exposición, la cual espera no se dilate demasiado en el tiempo (“ya tengo el espacio para realizarla”), donde a buen seguro aparecerá la instantánea del otro madridista con el que colabora, la misma que le acompaña a la redacción de AS. ¿Y cómo nació la sociedad con Valverde? De nuevo las redes sociales. “Subí un video suyo en el que estaba gritando y me contactó su agente. Hice una prueba con ellos, les gustó y ahora trabajo con él”. Lo siguiente, el encuentro cara a cara, pues aún no ha tratado personalmente con el Halcón.
Tchouameni, Koundé, Theo, Marcus Thuram... A lo largo del año ellos también han aparecido al otro lado de su objetivo. O Neymar y Rafael Leão anteriormente. Quizá con alguno entable su siguiente relación laboral. Pero la que mantiene con Camavinga, como decíamos, es diferente: “Tenemos una relación de amistad más que de trabajo. Yo voy, hago fotos, él las sube. Es una relación entre gente joven. Por ejemplo, vamos a algún restaurante con sus amigos y yo siempre me llevo la cámara y surge en el momento la foto. Me gusta que sean un poco más naturales y a los jugadores también”.
En ese caso, la pregunta es obligada: ¿Hay locura con Cama en las calles? “Sí, porque es Madrid, pero la gente se comporta bien. Él se para con la gente, es muy majo”. Aunque el futbolista, y modelo a ratos, no ha llegado a un Mundial con 20 años sólo con buenas intenciones. “Pone muchísimo énfasis en el trabajo físico. Tiene mucha implicación, trabaja muy duro”, destaca un Jordan que habla con orgullo de la presencia de su amigo en Qatar. Dos jóvenes cumpliendo un sueño, con el Real Madrid, la moda y la fotografía como telón de fondo.