En Viernes Santo, el Cádiz vuelve a creer

El Cádiz vuelve a creer en la salvación. Los amarillos se llevaron el matchball ante el Granada (1-0) en un partido de oficio de los de Pellegrino en el que volvió a brillar la figura de Robert Navarro, autor del único tanto del partido que deja a los amarillos a dos puntos de la permanencia. Aunque Pellegrino afirmó en rueda de prensa que el partido no podía catalogarse como final, el ambiente que se respiraba era de un todo o nada. Sandoval debutó en el Granada con un planteamiento muy defensivo, con cinco defensas, doblando lateral y dejando a Boyé como único jugador en punta. Melendo y Miguel Rubio, dos jugadores que llevaban bastante tiempo sin jugar, tuvieron su oportunidad en el debut del nuevo entrenador. Pellegrino, en cambio, parece haber encontrado ese equipo con el que se siente cómodo y solo introdujo dos variantes con respecto al equipo que perdió en el Reale Arena. Fali entró por Ousou, que tivo compromisos internacionales; y Chris Ramos, por el lesionado Maxi Gómez.

La primera parte nos dejó un gran Cádiz al que solo le faltó el gol que pusiera la guinda a su gran imagen. Los de Pellegrino ocasionaron mucho peligro a los de Sandoval, con salidas limpias en las que no encontraron oposición. Sergio Ruiz, que volvía tras haber cumplido sanción ante el Mallorca, y Hongla se vieron desbordados intentando sacar la pelota, y dieron muchas opciones a los locales con continuos fallos en el pase cuando los suyos intentaban salir. Aunque no hubo ocasiones clarísimas, Batalla volvió a sostener a su equipo en oportunidades de Juanmi y Navarro, que volvió a ser el mejor de los suyos.

Sandoval dio entrada a Gumbau y Pellistri tras el descanso, en busca de poder ver un Granada algo más ambicioso. En el Cádiz, un cambio obligado con la entrada del Álex por lesión de Kouamé. No hubo tiempo para ver si los cambios visitantes tenían efecto, cuando Navarro, en la primera que tuvo en la segunda mitad, volvió a reflejar toda la categoría que atesora con un golazo tras un precioso control. El primer gol en Primera División para un jugador que está manteniendo las opciones amarillas con su juego.

El Granada se asomó por el ataque a partir del 60′, con varias oportunidades de peligro. Gumbau y Corbeanu rondaron el gol. Los de Sandoval querían creer. Respondieron los amarillos con llegadas claras de Iza, Chris Ramos y un gol anulado a Juanmi por falta previa del 16 de los amarillos. Estaba perdonando el equipo de Pellegrino... aunque no hizo falta anotar un segundo tanto. El Granada volvió a su modo inoperante que le ha condenado a Segunda. Llegó, sí, pero no materializó su sensación de peligro en ocasiones. El partido llegó a su fin con fiesta en la grada de un equipo que vuelve a pensar en la permanencia. En Viernes Santo, el Cádiz vuelve a creer.

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