En la cabeza de Griezmann
El francés se presenta como el jugador más determinante de la pasada Liga y busca su primer título doméstico y ser el máximo goleador de la historia del Atlético.
Un año atrás, todo eran dudas alrededor de Griezmann. Su primer curso de regreso al club no había sido bueno, una lesión tras la patada de Carvajal y una recaída lastraron su cuerpo y su mente, acostumbrado a esquivar y nunca pasar tanto tiempo en la enfermería. Parte de la grada le cuestionaba. Y parte de la directiva sospechaba que no podría recuperar su mejor nivel. Es más, una cláusula en su cesión obligaba a Simeone a tener que reducir a su jugador clave a la media hora final de los partidos. Una medida de presión para evitar que fuese obligatorio pagar 40 millones al Barcelona. Pero el Cholo nunca perdió la fe.
Es uno de los suyos, Griezmann siempre le había respondido y en esta ocasión no le iba a dejar atrás... aunque tuviese que mentalizarle para esperar su oportunidad. “Tenía en la cabeza que en esos 30 minutos podría responder de la mejor manera, lo convencimos de que a veces puedes ser más importante en 30 minutos que en 90 y lo fue. Pero claro, cuando empezó a jugar 90, el equipo jugó mejor”, reconocía Simeone en su entrevista con AS. Ocho suplencias en los nueve primeros partidos... hasta firmar por el Atlético definitivamente hasta 2026 y salir al fin de esa cárcel del tiempo a la que se veía obligado. El delantero fue titular en sus últimos 31 partidos disponible y acabó como el segundo futbolista con más minutos de la plantilla (3.625), solo superado por Nahuel Molina (3.730).
Y cualquier duda se disipó. Un Griezmann diferente al que goleó de rojiblanco entre 2014 y 2019, con menos voracidad de cara a puerta pero una mente totalmente centrada en potenciar el juego del equipo. Retrasar metros para sumar esa labor de organizador que tanto necesitaba Simeone. Su Mundial, donde alcanzó la final como un líder en Francia, y su segunda vuelta le aúpan como uno de los grandes futbolistas del 2023. Un total de 15 goles y 16 asistencias le convierten en el futbolista con más intervención directa en goles de la competición (31, por los 30 de Lewandowski). El máximo asistente y de nuevo cabeza de cartel de una Liga que sigue perdiendo estrellas, pero tiene en el francés uno de sus principales reclamos durante la última década.
Y, en este inicio de campeonato, se presenta como el vigente MVP y el líder del Atlético. En sus botas estarán en buena medida las opciones rojiblancas para pelear por cotas altas. “Todo lo que le está pasando se lo merece. Se fue, a la gente no le gustó cómo se fue, se lo hizo saber, él volvió con humildad para recuperar a esa gente. Tiene humildad y trabajo y así es imposible no recuperar el afecto y el amor. La mejor manera de transmitir pertenencia es con hechos. Antoine va camino de ser el máximo goleador de la historia del Atlético y me pone contento. Muchos dudaban de que pudiera hacerlo”, añadía Simeone. El francés ha demostrado cómo reconquistar a una afición con hechos, goles y muchísimo trabajo. Hablar sobre el césped.
El regreso del 7 y del pelo rosa
En el Cívitas Metropolitano mañana se presentará de nuevo con el pelo rosa (se lo ha vuelto a teñir para el inicio del campeonato) y con el 7 a la espalda, dorsal que recupera tras lucirlo en su primera etapa y todas las esperanzas de la grada en sus espaldas. Con sus 16 dianas entre todas las competiciones el curso pasado, Griezmann alcanzó los 157 goles de rojiblanco. Y está a 15 de la primera plaza, en posesión de Luis Aragonés. Algo que le situaría aún más en el Olimpo colchonero. Al Sabio también le puede superar en número de partidos (está a 29 de sus 370). Y nunca ha levantado el título de Liga. Llegó a un Barcelona vigente campeón, pero no pudo ganarla en ninguna de sus dos temporadas. Y regresó, al igual que la primera vez, a un Atlético que también había ganado el título meses antes. Es una de sus cuentas pendientes. A sus 32 años, Griezmann deja la sensación de jugar y entender cada vez mejor el fútbol. Mañana vuelve el Atlético y su líder. Con este Griezmann todo es posible.