Empate a nada

Por pedir, y llevándole la contraria al exquisito refranero español, podemos pedirle peras al olmo. Por eso, por más esperanzas que hubiera de ver un fútbol atractivo en cualquier de sus vertientes, el partido entre Las Palmas y el Orlando Pirates jugado esta mañana en terreno marbellí se desarrolló conforme a la canícula y el sopor habitual de esta época del año en la hermosísima provincia de Málaga. Las piernas de momento pesan mucho y el cuerpo, poco habituado el exceso físico después de las vacaciones, tampoco es que de momento esté preparado para cotas mayores. Más allá de alguna ocasión aislada en ambas porterías, el 0-0 definitivo en ningún caso alteró ninguna previsión.

Casi desde el calentamiento se le notó especialmente al equipo grancanario, sin duda superior sobre el papel, la falta de preparación. Tras comenzar los entrenamientos grupales el pasado de 10 julio y llevar menos de 48 horas en la Costa del Sol, la necesidad de profundizar en la puesta a punto es más que evidente.

En medio de la mezcolanza, compareció Las Palmas con las principales novedades de Sinkgraven y Cristian Herrera, dos de los fichajes, más la presencia de los canteranos Iñaki González en el mediocentro y Herzog en el eje de la zaga junto a Curbelo. Álex Domínguez se cayó de la convocatoria al estar ultimando su salida del club, mientras que Fabio y Mfulu no terminan de estar disponibles para García Pimienta.

Empezó intentando mecer la pelota el equipo grancanario, toda una declaración de intenciones de lo que se viene, en cualquier caso nada inesperado. Viera, excesivamente atrás para sacar el balón jugado, intentaba darle ritmo a un partido más pesado que un plomo y del que tampoco, más allá de alguna disposición táctica y poco más, se podía extraer nada.

Pinchi, en su regreso a Las Palmas tras la cesión al Mirandés, a punto estuvo de abrir el marcador a pase de Viera, pero se topó con la rápida intervención de Chaine. Más allá del manso paseo del balón entre las piernas de los 22 futbolistas, nada ocurrió hasta que 10 minutos después, en el 20, Valles le birló el 0-1 a Maswanganyi. El calor hacía por entonces su trabajo a base de bien, por lo que el primer acto se fue consumiendo sin que Sandro y Viera aprovecharan dos claras ocasiones de marcar.

Benito.

Tampoco es que cambiara mucho, más bien nada, el panorama en el segundo acto, así que al equipo grancanario le tocó celebrar el regreso a la actividad de Benito, poco importa en este caso que fuera un amistoso, después de tantos meses de baja por su lesión de espalda (no jugaba desde noviembre). Asimismo, ofreció Javi Muñoz buenas maneras, en su debut con Las Palmas, desde el eje de un centro del campo donde se demostró, una vez más, que Kirian está llamado a ser un futbolista capital.

Ante la ausencia de Álex Domínguez, el portero juvenil Álvaro Killane, grancanario pero internacional con Argentina comenzó a ganarse un hueco en el equipo con varias intervenciones de mérito, entre ellas una delante de Lepasa, que parecía tenerlo todo a favor para marcar.

El partido se fue abriendo poco a poco y, presas del cansancio los 22 protagonistas, imposible no estar influenciados por el sopor y las altas temperaturas, comenzaron a verse más espacio y a un Orlando Pirates más suelto. Sin embargo, ninguno de los dos equipos daba para más, así que el pitido final fue más que bien recibido por todos. Al final empataron a nada.