ATHLETIC

Emotivo homenaje a Muniain en San Mamés: “El club se queda en buenas manos”

El capitán reúne a 20.000 aficionados pese a una tarde muy lluviosa. Emotivo repaso de su carrera.

Dos días después de rendir homenaje en Bilbao a Raúl García, llegó el turno de Muniain. Dos actos que no han tenido nada que ver, como sus protagonistas. El de Rulo discreto, antes de un partido oficial. El del 10 con un gran espectáculo, con tintes americanos, durante una hora y cuarto sin más ingredientes añadidos, nada de un preámbulo a un encuentro. Pese la intensa lluvia, Iker, elegantemente vestido con un traje negro y barba muy cuidada a lo Conor McGregor, reunió en San Mamés a 20.000 almas, en un acto muy emotivo en el que estuvo arropado por familiares, amigos, compañeros de equipo y más gente del fútbol con la que ha coincidido durante su carrera en la élite.

La escenografía era impecable: la camiseta con el 9 de su etapa en el Txantrea (acudió su presidente) y la del 10 que aún porta, más los trofeos que ha ganado en estos 15 años en el primer equipo: dos Supercopas (2015 y 2021) y la reciente Copa, todos ellos besados nada más entrar al césped. Más una pancarta gigante en el fondo sur con el Unique in the world (Único en el mundo, por la filosofía del club), la misma que presidió la final en La Cartuja en el sector bilbaíno. El capitán rojiblanco saltó de la mano de sus dos hijos, Iker y Claudia. Le hicieron el pasillo sus compañeros y jugadoras del primer equipo femenino, todos con camisetas rojiblancas con su dorsal y brazaletes de capitán en su honor. El fondo norte le dedicó la canción que inventó él mismo en las celebraciones por la Copa recién conquistada. A pie de césped, en unas sillas blancas, se sentaron invitados especiales que han acompañado la carrera del mediapunta. Como los capitanes que ha ido conociendo, Orbaiz, Gurpegui, Susaeta, Etxeberria e Iraizoz. El presidente Macua, que promovió su carrera en Lezama, y el entrenador que le hizo debutar, Caparrós, que no se separó de su eterno ayudante Luci. “Cuando lo conocí me di cuenta enseguida de que era distinto, tenía mucho desparpajo”, señaló el utrerano. “Ha sido un lujazo entrenarte”. No quisieron restarles protagonismo otros expresidentes, a los que también se cursó invitación pero la declinaron. Otra cara conocida fue el actor Julián López, con el que departió con momentos de risa seguida.

También tomó la palabra el actual presidente del Athletic, Jon Uriarte: “Esta sigue siendo tu casa”. Y su hermano Iñaki Williams: “Estoy muy orgulloso de tu carrera. Podré decir que he conocido y he jugado con Iker Muniain”. Hubo mensajes de extécnicos como Eduardo Berizzo, Gaizka Garitano y Marcelino García Toral. No faltó a la cita Valverde, del que Muniain desveló una conversación en la que el de Viandar de la Vera le felicitó por cumplir tantos partidos como lleva -por ahora 559- sobre todo “aguantándole” a él dándole órdenes. le entregaron un montaje con las fotos del primer penalti lanzado como rojiblanco, en el Trofeo Dani Güeñes, con 12 años, que servía para ganar la final al Madrid y el de La Cartuja el 6 de abril. Dos gestos calcados, al mismo palo. Durante el acto fue repasándose su trayectoria, desde que jugó ese primer torneo amistoso en tierras vizcaínas siendo todavía un niño y recién llegado del barrio pamplonés de La Txantrea hasta el penalti que marcó en la final de Copa.

“Fue uno de los momentos más difíciles de mi carrera. Un momento muy duro, de mucha presión y de mucho miedo. Fue muy duro”, aseguró de la falta máxima que lanzó en la tanda ante el Mallorca que decidió el título. También recordó Muniain lo importante que fue en su carrera al llegar a Bilbao su mentor Koldo Asua, ya fallecido y al que lanzó “un beso” mirando al cielo. Se guardo una silla vacía en honor a una persona muy querida en Lezama. Otro mal momento para Muniain fue la derrota en la final de la Europa League de 2012 en Bucarest ante el Atlético de Madrid. “Nunca he derramado más lágrimas que ese día”, desveló, acordándose, por contra, del “fútbol del que todo el mundo se enamoró” de la época de un Marcelo Bielsa para el que solicitó a la grada un aplauso.

Miembros de Piratak le entregaron una camiseta y el Txopo Iribar un texto de su puño y letra escrito sobre una foto de ambos abrazados. Un Iker Muniain que se mostró dispuesto a regresar cuando el club lo considere oportuno. “Si alguna vez se me necesita, estaré aquí al día siguiente para ayudar”. Atrás quedan 559 partidos. El jugador de campo que más encuentros ha disputado en el Athletic y el segundo tras Iribar (614). Una canción que le regaló, y cantó esta tarde en San Mamés, el cantante urbano Baby G, y un vídeo que le emocionó del tiktoker Iker Ruiz, a los que agradeció sus obras, también contribuyeron a abrillantar un acto que concluyó como cualquier partido en San Mamés: con los jugadores y la grada cantando al unísono el ‘Txoria Txori’ de Mikel Laboa y esta vez también con sus compañeros manteando al protagonista. “Me voy tranquilo, sé que este club se queda en buenas manos”, se emocionó. Se rompió cuando le preguntaron cómo había explicado a sus hijos que se marcha. “Eso ha sido lo más duro”. Un capitán ejemplar que puso el escudo por delante de sus apetencias personales. “No es lo que quería, pero era el momento. Estoy seguro de que me queda mucho fútbol”. Parece evidente.

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