El Yamiq se convierte en el ‘Armageddon’ de Portugal

Jawad El Yamiq se ha convertido en el primer jugador que alcanza las semifinales de un Mundial como jugador del Real Valladolid en la enésima epopeya de Marruecos, que consiguió un triunfo agónico frente a Portugal que le permite lograr un hito también histórico para el país y para todo su continente: ser la primera selección africana que llega tan lejos en una cita mundialista. Para ello, se sirvió otra vez de la solidez del bloque, que sirvió para adelantarse por mediación de En-Nesyri y sujetar el marcador favorable en medio de una lluvia de centros, en la que El Yamiq se convirtió en el ‘Armageddon’.

El bagaje defensivo en el primer tiempo del blanquivioleta fue prácticamente perfecto, puesto que fue quien más acciones defensivas ganadoras concluyó, con dos despejes, dos disparos bloqueados y una intercepción, además de salir ganador del único duelo en el que participó. Pudo no ser tan propicio, puesto que ese segundo tiro evitado, de João Félix, golpeó en su cuerpo y se marchó a córner.

La sorpresa, consumada por el gol de En-Nesyri, pudo ser mayor con el testarazo en el 49′ que casi convierte en el 2-0, y que evitó Diogo Costa con una buena parada abajo. Sucedió antes de la entrada de Cristiano Ronaldo, que duplicó la amenaza ofensiva portuguesa y llevó a Marruecos a parapetarse. Regragui, su seleccionador, no temió hacerlo; incluso dio entrada a un tercer central, siendo El Yamiq el del medio de los tres y líder tras las lesiones de varios compañeros.

Parapetado atrás, aunque sin renunciar a salir a la contra con la velocidad y la potencia de Hakimi, Ounahi o Cheddira, los ‘leones del Atlas’ tuvieron muchos momentos de achique y hasta de agobio, en los que el defensor del Pucela siguió sumando acciones de valor defensivo incluso cuando Pepe se emparejó con él los últimos minutos. A sus espaldas, el ex del Real Madrid rozó el gol. No pudo hacerlo y, como agradecimiento, El Yamiq le besó la calva.

Después de casi multiplicarse, el ‘Armageddon’ de Portugal totalizó diez despejes (seis más que el siguiente), dos disparos bloqueados, dos intercepciones y una entrada ganadora, además de vencer en tres de los cuatro duelos en los que participó. Tal fue su desgaste que se le notó al final la fatiga muscular lógica que supuso semejante gesta: la de formar parte de la primera selección africana que llega a las semifinales de un Mundial.