El Valladolid mira al abismo... y Ronaldo jugando al tenis

La novena derrota de la temporada ha abocado al Real Valladolid a completar el peor inicio liguero en sus 47 años en Primera División, algo que no parece preocupar en demasía a su presidente. No en vano, mientras se producía el enésimo tropiezo de la temporada, Ronaldo Nazário jugaba al tenis en Brasil en un evento organizado por su fundación. Cosas de la agenda del astro, que trasciende a la actividad deportiva de su club, algo que, sin embargo, molesta a la que todavía es su afición, a la que no se dirige desde hace tiempo y con la cual el divorcio es irreparable.

Y es que los nueve puntos que suma el conjunto blanquivioleta hacen que se encuentre asomado a la posición de colista, que puede ocupar a poco que el Valencia gane uno de los tres partidos pendientes que tiene respecto a los vallisoletanos: los dos aplazados con motivo de los destrozos provocados por la DANA en la Comunidad Valenciana y el correspondiente a esta jornada, contra el Real Betis Balompié. Si bien quedan casi dos tercios de competición, parece un comienzo poco halagüeño para un equipo con bastantes taras.

A pesar de la ampliación de capital acometida por Ronaldo, que permitió inscribir a varios jugadores al final del mercado, la sensación de abandono invade a una afición cada vez más disconforme; no en redes sociales, sino en el estadio, aquello que algunos llamarían ‘vida real’. Las pancartas amarillas con la cara del presidente ausente y con el mensaje ‘Ronaldo Go Home’ cada vez ganan mayor presencia, como lo hacen los gritos en su contra. Todo ello mientras el mandatario no está presente en el palco desde el final del pasado curso; ni siquiera, aprovechando su visita con motivo de la Junta de Accionistas.

“Motivos personales” fueron los esgrimidos entonces, aunque a nadie se le escapó que la disputa del ‘Clásico’ le atraía más que ver a su propio equipo, con el cual el desapego es grande. Para más inri, frente a lo sucedido desde su llegada, no hizo balance de la temporada el pasado verano; su presencia delante de los medios y la afición se resumió a una comparecencia esquiva y poco apetecible en el Ayuntamiento, antes de dar una espantada como la que dio el pasado 24 de octubre, cuando jugó ‘al gato y al ratón’ con la Prensa para abandonar Zorrilla sin tener que pasar el trago de tener un micrófono delante.

Y mientras todo esto sucede, los rumores de una posible venta se suceden, alimentados por su deseo de presidir la Confederación Brasileña de Fútbol, información que avanzó Sport y que ha reconocido posteriormente. Estos rumores, que provocó él mismo cuando salió de Cruzeiro y dijo que el Real Valladolid era “el siguiente”, no se trasladaron en ofertas de su gusto (la de INEXO no lo fue), por lo que, cabría pensar que a su pesar, sigue siendo propietario de un club histórico, pero mermado en lo deportivo por una planificación deficiente, con puestos sin cubrir, con Boyomo vendido sobre la hora y con Moro cerca de la rampa de salida; como el camerunés, a empujones, tal y como avanzó este periódico.

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