El Valencia se da un baño de realidad

“¿Dónde están los fichajes?”, se preguntaba una y otra vez Mestalla. Y con razón. Este Valencia está a años luz de lo que hemos conocido a lo largo de la historia. Ver el once, ver el banquillo de Baraja... es para echarse a temblar. Los chavales de Paterna quieren, muestran entusiasmo... pero este ‘Baby Valencia’ante un equipo curtido como el Aston Villa (y como los que se van a encontrar en Liga) les falta. Un baño de realidad.

Baraja sacó el mejor once posible formando su sistema preferido: el 4-4-2. Atrás, con Thierry, Diakhaby, Paulista y Gayà era bastante reconocible. A partir de ahí, fuegos de artificio. Lo que más llamó la atención, a parte de las bandas made in Paterna (Fran y Diego) fue la posición de segundo delantero de André Almeida. La prueba fue fallida. El portugués estuvo muy perdido tan arriba y además dejó despoblada la media con sólo Javi Guerra y Pepelu. Ahí debía estar ya Amallah, ensayando para el debut oficial el viernes, contra el Sevilla. Pero Peter Lim no da el visto bueno no se sabe bien por qué. Una cosa es no sumar. Y otra restar. Tampoco esperamos que Amallah resuelva todos los males. Pero lo que está claro es que el máximo accionista está perjudicando al equipo otra vez con sus inescrutables tiempos a la hora de tomar decisiones.

Aún así, este Valencia imberbe de centro del campo para adelante salió con brío, con ganas de agradar. Fran Pérez recordó a su padre en un par de arrancadas por banda derecha. Incluso estuvo a marcar con un recorte y disparo que salió rozando el larguero del Dibu. Sin embargo, el Valencia se dio un tiro en el pie. Javi Guerra cedió a Pepelu en una salida, éste no se dio por aludido y Watkins recogió y fusiló a Mamar. En el fútbol de alto nivel, estos fallos se pagan. Con el 0-1, el Valencia tuvo que remar. En un córner, Watkins sacó un balón claramente con la mano. Pero Cuadra no vio penalti. La vida sigue igual con el tema de las manos. En la segunda parte, el Villa volvió a golpear. Buendía, en una contra, puso el 0-2. Chambers, al final, le dio algo de emoción al choque, tras peinar hacia su red un córner bien sacado por Pepelu.