El Valencia lleva ocho meses preparando la vuelta de Vinicius a Mestalla
El club creó en verano una comisión interna de trabajo para promover el proyecto VCF WORLD – ZERO DISCRIMINATION.
El pasado 22 de junio se sorteó el calendario de Liga. Ese día el Valencia supo que la vuelta de Vinicius a Mestalla se produciría el primer fin de semana de marzo. El Valencia, desde entonces, tiene marcada esa fecha en rojo. El inaceptable comportamiento racista de algunos aficionados hacia Vinicius en el último Valencia-Real Madrid, varios de ellos identificados de inmediato, expulsados de por vida de Mestalla y con procesos judiciales por delitos de odio en curso, involucró y dañó la imagen del club y del valencianismo, que considera fue acusado de manera “injusta, tergiversada y de forma global de racismo”.
El Valencia, que además del daño reputacional tuvo perjuicios económicos con algún patrocinador que aprovechó la polémica para activar cláusulas de contratos que desde meses antes trataba de romper sin éxito (Cazoo), creó en verano cuna comisión de trabajo contra el racismo y cualquier forma de discriminación. Al proyecto le pusieron el lema VCF World-Zero Discrimination. Dicha comisión se viene reuniendo desde julio cada 15 días y conforme se ha acercado la vuelta de Vinicius a Mestalla lo hace de manera diaria.
“Fue un caso aislado en más de 100 años de historia de nuestra entidad y no representa los valores del Valencia CF y su afición”, se apostilla desde el club, que explica: “Este proyecto tiene como eje principal generar conciencia contra el racismo y prevenir, educar y actuar contra cualquier forma de abuso y discriminación como el bullying o la homofobia, entre otras”. Esta comisión viene trabajando en sintonía con LaLiga, organismo que también está implicado y pendiente del regreso de Vinicius a Mestalla, y. entre otras iniciativas, elaboró un decálogo de comportamiento contra la discriminación.
El Valencia lleva meses explicando su postura contra el racismo en diferentes foros, incluyendo mesas redondas con colegios. El Valencia remitió en los días posteriores cartas a sus patrocinadores, que han mantenido su vinculación casi en un 100% e inclusive se han sumado otros después. Además, sus dirigentes vienen reuniéndose desde entonces con corresponsales de medios de comunicación europeos, americanos y asiáticos para ponerles en contexto. Vinicius fue esa tarde de mayo víctima en Mestalla de insultos racistas por parte de un grupo de individuos, pero el club y el valencianismo como masa social, también lo fueron.
El Valencia actuó con contundencia en otros precedentes
El Valencia se remite a los hechos y a su manera de proceder. Desde el momento en el que sucedieron los hechos, denunciados por el propio Vinicius en el césped, cuando señaló a unos aficionados ubicados detrás de la portería y recogidos en el acta arbitral, el Valencia “hizo todo cuanto estuvo en su mano”. Su seguridad visualizó todas las grabaciones disponibles, trabajando con celeridad con la Policía para esclarecer lo sucedido, identificar y así poder actuar. En cuestión de horas el Valencia abrió un expediente disciplinario a los aficionados identificados y les aplicó la sanción más severa: expulsión del estadio de por vida. El Valencia ya había actuado con tal contundencia en épocas anteriores, lo que demuestra que su reacción no es fruto del caso Vinicius sino que es su praxis desde su fundación en 1919.
Mestalla fue el primer estadio de la liga española que ordenó que se retirasen símbolos fascistas de la grada. Lo hizo a petición del entonces entrenador del equipo, el holandés Guus Hiddink, en los instantes previos al partido Valencia-Albacete del 9 de febrero de 1992, algo que ni la Ley del Deporte ni las denuncias de la policía o los espectadores habían conseguido. Además, entre otros casos de actuación contra hechos puntuales, en el año 2019 el club expulsó también de por vida a un aficionado que hizo gestos y saludos fascistas a los aficionados del Arsenal en una semifinal de la UEFA Europa League; mientras que esta semana se ha abierto expediente a 15 aficionados por cánticos e insultos que “incitan a la violencia”.
El Valencia, pese a su contundente respuesta, sufrió la presión del entorno mediático y político. El Comité de Competición de la RFEF estudió y sancionó en apenas tres días al Valencia con 45.000 euros y el cierre de la Grada de Animación Mario Alberto Kempes durante cinco partidos. Una premura sin precedentes. El Getafe, por ejemplo, cumplió recientemente la sanción de un partido de clausura de su estadio por unos incidentes ocurridos en 2017; mientras que el Sánchez Pizjuán cerró parcialmente su graderío en un partido en 2023 por una sanción impuesta a raíz de “insultos y cánticos corales” en un duelo de Copa del Rey contra el Real Madrid de enero de 2017. El Valencia solo pudo reducir su sanción de cinco a tres partidos, que empezó a cumplir en el siguiente encuentro a la visita del Real Madrid a Mestalla donde se produjeron los incidentes.
La entidad de Mestalla, cuyos dirigentes han mantenido conversaciones con homólogos del Real Madrid para consensuar un discurso contra el racismo, que se desmarca de las publicaciones y mensajes en redes que avivan cualquier recibimiento o cántico hostil a Vinicius, ha tomado la decisión de prohibir el acceso a Mestalla a la productora Conspiraçao, que está elaborando un documental sobra la vida de Vinicius y que había solicitado poder grabar durante el encuentro en diferentes zonas del estadio y a la grada.
El club, que ha contado con el respaldo de LaLiga en esta decisión, entiende que ese documental tiene un guion preestablecido, que “no es conocido ni controlable”, y que no pretende contar los hechos que sucedan en el encuentro sino buscar los que “interesan” para su guion. Como pidió Rubén Baraja a los 500 aficionados que viajaron al Santiago Bernabéu en la previa del encuentro entre el Real Madrid-Valencia disputado esta temporada, el club se ha rebelado “contra quienes nos han acusado de ser lo que no somos”, una máxima que se repetirá a lo largo de los próximos días de cara a la vuelta de Vinicius al estadio de Mestalla, donde Waldo Machado es una leyenda, donde militó Salif Keita, primer Balón de Oro africano y uno de los primeros africanos en jugar en España, y una afición que despidió entre aplausos esta misma temporada a Thomas Lemar tras retirarse lesionado.