El Valencia estima duplicar sus ingresos en el Nuevo Mestalla

El Valencia hace una estimación de lo que supondrá a nivel comercial el traslado de Mestalla al Nuevo Estadio y cifra que ingresará unos 40 millones de euros al año, algo más del doble que en la actualidad, según estimaciones. De ahí su interés económico en hacer la mudanza, como se le trasladó al concejal José Marí Olano en la reunión que mantuvo con el abogado de Peter Lim en España, Germán Cabrera, en Madrid, en la que se le presentó el proyecto de un estadio con 66.000 espectadores y un anillo destinado a hostelería, el cual ya se le enseñó al anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia.

El departamento de marketing del club ha hecho un estudio al respecto de la explotación comercial del Nuevo Mestalla. La mayor capacidad del recinto y el tirón que supondrá un cambio aumentará los ingresos por abonados y taquilla, al menos los primeros años, dado que a posteriori la previsión estará sujeta a las expectativas competitivas del equipo. En la actualidad, con una media de 43.272 espectadores por partido en los cuatro primeros encuentros disputados de local, el Valencia tiene presupuestados unos ingresos por abonados (entorno a 38.000) de 12 millones de euros, en mientras que por venta de entradas calcula que sacará este curso 6 millones. Al aumento de esas partidas se sumarían ingresos por servicios de hospitality, que hoy están condicionados por las pocas posibilidades de palcos y espacios de hostelería en Mestalla.

El Valencia acaba de renovar su contrato con Puma, que le viste desde la temporada 2019/20, por un mínimo de cinco temporadas, ampliable si para entonces el Nuevo Mestalla es una realidad. Puma, además de un buen ritmo de venta de camisetas anual, ve potencial comercial en la futura instalación y de ahí ese acuerdo a largo plazo con miras a abrir allí una tienda oficial. Además, el club tantea a empresas digitales para el naming del estadio, con la explotación de otros servicios vinculados. Pero ese plan, evidentemente, está pendiente de que haya un nuevo estadio donde jugar y explotar y ahí entra en escena la firma del convenio con el Ayuntamiento.

El club, que se ahorrará un millón al año que asegura destina al mantenimiento del esqueleto de hormigón, considera condición sine quanon para reanudar la obra la firma del convenio. Los hitos urbanísticos que contempla son básicos para la financiación, de ahí que el Valencia esté a la espera de que se concrete un acuerdo que negoció con Compromís y PSOE y que espera sellar bajo el mandato del PP. El Valencia y el Ayuntamiento trabajan bajo los parámetros hablados en enero en el consistorio, en la última reunión pública entre club y autoridades municipales.

El plan de financiación que propone el Valencia es, además de los 80 millones de CVC, la venta del terciario de la parcela del Nuevo Mestalla (con Atitlan interesada por 30 millones), así como la venta del edificio de oficinas. Y, una vez el estadio esté en marcha, además de empezar a buscar un comprador para la parcela del actual Mestalla, aunque su venta como exige el Ayuntamiento no se producirá hasta la inauguración del nuevo, el club solicitará un préstamo a CaixaBank -avalado según se apunta desde el club por el Nuevo Estadio- para acabar la obra.

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