El Valencia encaja la mitad de sus goles a balón parado

Viejos fantasmas del pasado reaparecen de nuevo por el Valencia. El balón parado vuelve a ser la asignatura pendiente del equipo de Rubén Baraja. El 50% de los goles recibidos en contra han llegado gracias a la estrategia del rival. El Valencia tiene un agujero en las acciones de pizarra y el Pipo es consciente de ello.

El conjunto ché ha sumado un punto de nueve en las últimas tres jornadas. La plantilla es corta, le faltan efectivos y fondo de armario. Eso es vox populi. Sin embargo, los goles encajados evidencian otro serio problema. En el Benito Villamarín, el Valencia recibió su quinto gol de estrategia. Diao y Marc Roca hurgaron en la herida blanquinegra.

El Valencia ha recibido diez dianas hasta la fecha. Y cinco de ellas fueron a balón parado. Los problemas arrancaron en la jornada 3, ante Osasuna. En Mestalla, el Valencia encajó dos goles de estrategia. Aimar marcó de penalti y Nacho Vidal, en el 95′ y a la salida de un córner, hizo el 1-2 definitivo. El déficit se ha acrecentado en las últimas jornadas porque la Real conquistó Mestalla la pasada semana gracias a un gol de Carlos Fernández. El delantero aprovechó una falta sacada rápidamente por Tierney para hacer daño.

Tras los dos goles encajados ante el Betis, Baraja alzó la voz porque la zaga por la que apostó en el Villamarín tenía centímetros de sobra, con Mosquera, Cenk, Diakhaby o Paulista. “El tema del balón parado hoy no tiene sentido, porque teníamos varios jugadores de más de 1,85 en la zona defensiva. Han sido dos acciones mal defendidas. Para mí eso no es excusa. Trabajamos el balón parado y hoy teníamos centímetros. Ha sido una cuestión de concentración. El Betis ha sido superior en el juego y si ahí te gana, pues lo admites, pero en el balón parado es cuestión nuestra y no podemos buscar excusas”, afirmó Baraja.