GIRONA

El talón de Aquiles del Girona

Los gerundenses han encajado gol en todos los partidos que han disputado esta temporada

ZIPIEFE

14 goles encajados en ocho jornadas es el balance defensivo del Girona en esta nueva andadura en Primera. Unos números muy mejorables que además esconden un grave problema para la escuadra de Míchel: todavía no han logrado dejar la portería a cero. Con siete puntos en su haber (dos victorias y un empate) los goles en contra les están penalizando mucho. El equipo juega y juega bien, ha dominado a rivales de entidad como Betis y Atlético, pero los errores atrás le están condenando.

Esta pasado fin de semana, ante el Atlético de Madrid, la historia ha vuelto a repetirse. Un buen partido, con los rojiblancos sufriendo por momentos y con Oblak salvando los muebles. Pero el Girona volvió a irse de vacío. Un tanto temprano de Correa y otro tras un error clamoroso de Juan Carlos le costó un disgusto al Girona.

Es evidente que el equipo de Míchel, como consecuencia de su estilo de juego, asume riesgos. Quiere salir siempre jugando, no rifarla nunca ni salir en largo, lo que obliga a portero y centrales a estar muy atentos en la salida de balón. Contra el Atlético fue Juan Carlos quien erró un pase que aprovechó Correa pero, contra el Betis por ejemplo, el protagonista del error fue Samu Sáiz. Un pase defectuoso hacia atrás del centrocampista se convirtió en un regalo que Borja Iglesias no desaprovechó.

Sería injusto focalizar los problemas del Girona en un solo jugador pero es evidente que Juan Carlos ha perdido crédito como portero titular del equipo. El ex del Lugo ha sido un fijo en estas ocho jornadas pero su titularidad empieza a estar en entredicho. Fue clave en el ascenso, pero no está siendo determinante en Primera. Con la salida de Ortolá este verano llegaron dos porteros, Gazzaniga y Fuidias, pero ninguno de los dos se ha estrenado.

La planificación de la portería, de hecho, ha sido mejorable. El Girona sabía desde el minuto uno que debía firmar al menos a un guardameta y su fichaje no se acometió hasta el último día de mercado. Se apostó por traer a dos, pero con un perfil muy diferente. Gazzaniga, que no era la primera opción del club, vino para hacerle competencia a Juan Carlos y poder jugar de inmediato en caso de que Míchel lo considerara oportuno. Se conocen del Rayo. Fuidias, en cambio, fue una apuesta más a largo plazo, una apuesta por un jugador joven que puede dar mucho al Girona en el futuro. Por el momento, siguen esperando una oportunidad que podría llegar ya este fin de semana.

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