El Sevilla solo mejora en el banquillo

Cada vez parece más claro que el Sevilla no da más de sí por su confección de plantilla y que no está peor gracias a su entrenador. Las 16 jornadas disputadas hasta la fecha así lo han mostrado y lo visto en el Metropolitano lo confirma: el Sevilla pudo ganar al Atlético gracias al planteamiento de García Pimienta que se vino abajo cuando las fuerzas empezaron a flaquear y las opciones que había en el banquillo eran prácticamente nulas.

La comparación con el Sevilla de hace un año es tozuda. El Sevilla tiene ahora seis puntos más, 19, que un equipo que con 13 puntos sobrevivía tres por encima del descenso por la impericia de sus perseguidores. Pero aquel Sevilla había marcado más, puesto que acumulaba 20 tantos por los 17 de ahora, mientras que también había encajado menos, puesto que llevaba 22 en contra, uno menos que en estos momentos.

La diferencia arriba tiene un nombre propio: Youssef En Nesyri. El marroquí ya no está y el peso goleador lo ha llevado Lukebakio hasta el estreno este domingo de Isaac Romero. El sustituto de En Nesyri, Iheanacho, sigue inédito. Atrás, mientras, se sigue con los mismos centrales que hace un año pero sin Sergio Ramos. Se esperó que los que no rendían, por arte de magia y sin el camero al lado, comenzaran a hacerlo, y no ha sido así.

Por tanto, que el Sevilla viva con cierto desahogo a pesar de haber empeorado en ataque y en defensa solo se puede achacar a la mano de un García Pimienta que, con sus fallos, ha estado más cerca de ganar en el Metropolitano que la mayoría de sus predecesores. ¿De qué sería capaz el catalán con una plantilla compensada? En enero hay una buena oportunidad para comprobarlo. O no.

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