El reseteo de Hugo Duro

Hugo Duro logró el sábado en Mestalla lo que ningún futbolista de LaLiga conseguía desde Cristhian Stuani en 2017: hacerle dos goles al Atlético de Madrid en una primera parte. La tarea de por sí es compleja para un colectivo, porque como recoge Opta el equipo del Cholo no encajaba dos goles en una primera parte desde septiembre de 20222 ante el Real Madrid en el Metropolitano y a domicilio desde febrero de ese mismo año, cuando los encajó en el Camp Nou. Pero Hugo Duro tiene química cuando se enfrenta al conjunto colchonero, porque cinco de sus 12 goles en Primera los anotó contra el Atlético (42%).

Hugo Duro, 23 años, aunque esté rodeado de jovenzuelos no deja de ser un chaval, es de los que necesitaba resetear su mente y cuerpo este verano. Y a tenor de sus datos de rendimiento no le está yendo nada mal. El delantero de Getafe ha marcado tres goles en sus últimos tres partidos, los mismos que en sus anteriores 49 encuentros. De hecho, llegados a la jornada 5ª de Liga suma el triple de goles de los marcados el curso pasado, en el que jugó 30 partidos. Sus tres goles los ha celebrado tras encadenar por cuarta vez desde que llegó al Valencia cinco titularidades (dos con Bordalás y dos con Baraja).

El delantero cometió el pasado curso un error propio de la edad: forzar una recuperación. Duro se lesionó en la segunda jornada de Liga contra el Athletic en Bilbao, una lesión que requería un mes de baja. Pero fuera por su sintonía con Gattuso, porque Cavani acababa de aterrizar o porque a sus años el cuerpo da señales equívocas, Duro estaba de vuelta apenas dos semanas después y eso provocó que hasta diciembre arrastrara una molestia que en caso de haber parado hubiera sido historia en octubre.

Hugo Duro está todavía por definirse como goleador. Sus 12 goles en 93 partidos en Primera no le dan categoría de ‘killer’ (0,1 goles por partido), aunque sus 12 goles en 20 partidos con el Castilla (Segunda B) recuerdan que el instinto lo tiene (0,6 goles por partido). Contra el Atlético hizo tres remates y los tres fueron entre palos: dos acabaron en gol y otro lo repelió Oblack. El sábado tuvo gol y electricidad, porque levantó al público de sus asientos en dos arrancadas desde el centro del campo no exentas de calidad en la conducción.

Hugo Duro, por el que el Valencia ejerció la opción de compra que tenía por 4 millones de euros en mayo de 2022, a pesar de que Bordalás, el entrenador que apostó por él para traerlo cedido a Mestalla, los hubiera invertido en otro futbolista y así se lo transmitió al club, estaba en la primogénita lista de descartes del presente verano. Pero su nombre lo estuvo por poco tiempo y nunca remarcado con fosforito como sí los de Cavani, Marcos André o Castillejo.

Así, una vez se decidió que Hugo Duro no se movía del vestuario, Baraja, que fue cocinero antes que fraile, conversó a solas con él, haciendo borrón y cuenta nueva a los malos momentos vividos la temporada pasada (“Pasé un año muy difícil”, remarcó el propio delantero tras el partido contra el Atlético a Movistar). Durante la pretemporada, el jugador estuvo unos días de baja por unas molestias musculares. De hecho, se perdió buena parte de la estadía en Suiza. Pero él ya había aprendido a escuchar a su cuerpo y se recuperó en tiempo y forma, sin necesidad de forzar, y Baraja le ha dado en este arranque de temporada algo importante para un futbolista y en concreto un delantero: confianza y continuidad. Y con Yaremchuk estando desde hace dos partidos a disposición.