El Pucela se desangra lejos del estadio José Zorrilla

Definitivamente, el Real Valladolid de Pacheta no le ha cogido el truco a los partidos a domicilio en Primera División. La derrota de ayer en Mallorca, en el último segundo, es la última muestra de ello, en un grupo que no termina de ser el mismo en Zorrilla y fuera de su propio estadio. Los datos son claros: el Pucela sólo ha sumado cuatro puntos de 24 posibles cuando juega lejos de casa. Tan sólo ha ganado en Getafe y ha empatado en Sevilla, en la jornada 2. Los otros seis partidos se cuentan por derrotas. Es más, en las últimas cuatro salidas el Pucela perdió y no marcó: Espanyol (1-0), Osasuna (2-0), Athletic (3-0) y Mallorca (1-0).

Estos números preocupan y mucho porque obligan al Real Valladolid a hacer resultados “europeos” en el estadio Zorrilla, por donde todavía han de pasar equipos como el Barcelona o el Atlético de Madrid. Hay que tener en cuenta, además, que sólo dos equipos han sumado menos a domicilio. Uno es el desahuciado Elche, que ha puntuado en dos salidas (Valencia y Espanyol), con sendos empates, dos puntos, caso similar al del Almería (Elche y Cádiz).

La situación del Real Valladolid no tiene que ver, además, con una cuestión de haber tenido un mal día o dos. Los blanquivioletas sólo han anotado gol en tres partidos de los ocho a domicilio, marcando cinco goles, lo que le coloca como el segundo menos goleador fuera de casa (tres en Getafe, uno en Sevilla y uno ante el Girona), sólo por detrás del Almería, con cuatro. La posesión, ganada en muchos de estos partidos, no vale para nada sin verticalidad, sin generar ocasiones. Sin embargo, es el segundo que más tantos recibe: 16, dos por partido, sólo superado por el colista Elche, 20. Y, así, es imposible ganar.

Sólo queda pensar en que el equipo mantenga un buen rendimiento en casa, donde ha sumado 13 de sus 17 puntos para sustentar la permanencia y el primer rival para conseguirlo será un Rayo Vallecano que ha sumado nueve puntos de 24 posibles lejos de su estadio.