ENTREVISTA | MAITE MARTÍN

“El principal hito del Rayo muchas veces ha sido sobrevivir”

Maite Martín, periodista de AS, presenta ‘100 historias de un Rayo centenario’ (Lectio), libro definitivo del equipo de Vallecas desde más de 250 voces y en el que no falta de nada. Rayistas míticos y todas esas personas anónimas que lo han hecho posible.

CHEMA DIAZDIARIO AS

La centenaria historia del Rayo no puede entenderse sin Maite Martín (Madrid, 1983). Esa mujer que, si el martes se despertaba con la noticia de que estaba en la lista de las 100 mujeres más influyentes del deporte elegidas por el Women’s Sports Institute y 20 Minutos en su edición de 2024, dos días después lo hace con un libro en la mano: ‘100 historias de un Rayo centenario’ (Lectio), en el que recoge toda la historia del equipo de Vallecas. 216 páginas separan a la familia Huerta, ‘El kilómetro 0′, los fundadores y orígenes, primer capítulo, de la afición, la solidaridad, Paco Jémez y Laura López, directora del comedor social familia El Pozo. Entre medias esos cien años narrados desde más de 250 testimonios. Hay jugadores, hay equipos míticos, capítulos de cómo es el barrio, de aficionados y de peñas. Gente que se conoce, bajo los focos, y no, todos imprescindibles para contarla desde todos los ángulos. Ella la escribe en las páginas de Diario AS desde que en 2007, tres años después de llegar como becaria, viajó a la calle Payaso Fofó para cubrir un Rayo-Celta B de Segunda B, temporada 06-07. Una delicia. Esta tarde se presentará en el IES Tirso de Molina. Pasen y descubran. Pasen y lean.

Maite Martín con su libro, '100 historias de un Rayo centenario'.CHEMA DIAZDIARIO AS

¿Recuerda su primera información en el Rayo?

Cómo no. Fue una crónica porque Garri (F. J. Garrido), entonces encargado de la información del Rayo en el periódico, no podía ir a un partido contra el Celta B en Segunda B en la 06-07. Fue un desastre. ¡Estaban hasta mal colocados los jugadores! Hasta el año siguiente no volvería, pero cuando lo hice me quedé para siempre.

Fue en la 07-08, cuando suben a Segunda.

Eso es. Mi primer recuerdo es de los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Las Rozas, donde entrenaba. Apenas íbamos periodistas, tres pelaos. Estábamos en un ladito viéndoles entrenar y cada vez que pasaban al lado te chocaban la mano, te decían algo, no existía esa barrera que, con el tiempo, han ido poniendo entre la prensa y los jugadores en todas partes ya. Estaban Teté, Falcón, Llorens, Albiol, Collantes, Manolo… Estaba Míchel. Y Coke, Pachón. Lo recuerdo como un grupo súper especial, muy divertido. Una familia. Y nosotros, uno más.

¿El primer recuerdo de su vida del Rayo?

De cuando iba al colegio. Soy de Usera y cuando el Rayo no tenía sitio para entrenar y estaban de peregrinaje lo hacían en el Román Valero, del Moscardó. Era el Rayo de Camacho en el que estaba Jémez, con melenaza. A mí me alucinaba que alguien de Primera pudiese estar ahí, en mi barrio. Me parecía la leche. Nosotros estábamos acostumbrados al Moscardó que estaba, quizá, en Tercera, y tener ahí a jugadores de Primera…

¿Y si a esa niña que iba al campo del Moscardó a ver al Rayo le hubieran dicho que escribiría la historia del Rayo cuando éste cumpliera 100 años qué habría pensado?

Es un sueño hecho realidad. Todavía no me lo termino de creer. Pero el tema del Centenario ha sido algo que me despertó las ganas, el decir: ‘¿Qué puedo hacer?’. Busqué cosas que había escrito, temas nuevos y así surgió la idea. En realidad llevaba perdida en mi cabeza toda la vida porque cuando era pequeña y empezaba a fantasear soñaba con ser periodista deportiva y con la idea de escribir un libro, pero me parecía una utopía. ¡Y me lo sigue pareciendo!

¿Con cuántas personas ha hablado para escribir este libro?

Contando salían unas 250 voces. Lo que a mí más me gusta es que están las que tienen que estar. Los mitos del Rayo. Peñalva, Felines, Potele, Cota, Míchel, Isi… De todas las épocas. Pero también la gente que tiene que estar, la anónima. Desde trabajadores como Juanpe, Juan Pedro Navarro, que falleció va a hacer ahora un año, cuando empecé el libro, e hizo una labor en la cantera increíble. O Antonio Castilla, presidente de la peña de discapacitados, que logró un montón de mejoras en el barrio y un estadio más accesible. Ellos tenían que estar y están. Es una de las pequeñas satisfacciones que me ha dado este libro. Que no solo hay vallecanos célebres o rayistas míticos, también toda esa gente anónima que ha hecho que el Rayo sea lo que es ahora.

“La historia de Toñi Sanjuán o Leva o tantas y tantas otras que a menudo no se cuentan son las que han conseguido que este equipo cumpla 100 años, que no es fácil”

Maite Martín

Se emociona.

Hay historias que, fíjate, las vuelvo a leer y lloro. ¡Si las he leído treinta veces! Pero es que me tocan. La de Toñi Sanjuán, hija de Rafael, abonado número 1 un montón de años. Hablé con ella en Navidad y lloré un montón porque para ella el Rayo es su familia y es lo que te encuentras en el Rayo, que pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos, y a través de la historia de Toñi muchísima gente se va a ser reflejada ahí, será su historia también. O la de Leva, presidente de la peña Piti y alma de Matagigantes, una web que escribe del Rayo, que cuenta cómo en un desplazamiento se enteró de que iba a ser papá. Agradeces a toda esa gente con la que has ido tratando y cómo te han regalado un poquito de su propio ser sin apenas conocerte. Raúl López, uno de los descendientes de los Huerta, que fueron los fundadores, me llegó a mandar un vídeo de su abuelo que ya falleció contando anécdotas del Rayo... Yo no tengo palabras para agradecer. Te sientes partícipe de algo súper grande. Esos rayistas y sus historias son los que han conseguido que este equipo cumpla 100 años, que no es fácil.

¿Qué encontrará el lector en este libro del Rayo?

Quiero que la gente que lo lea sienta que este libro es suyo, no de Maite Martín. Que se vean reflejados y representados. Que digan: “Yo estoy, este libro habla de mí”.

Aunque no sea del Rayo.

Sí, pero es verdad que el Rayo tiene aún ese punto de fútbol auténtico, de bocata de panceta y el caldo. Por eso creo que engancha y puede gustar a gente que no sea del Rayo.

Si tuviera que definir qué es el Rayo, ¿cómo lo haría?

El Rayo tiene unos valores que le hacen ser muy particular, tan particular como el barrio del que bebe, Vallecas. El Rayo es combativo, ¿por qué? Porque Vallecas lo es. El Rayo es solidario, ¿por qué? Porque la gente de Vallecas lo es. La suya es una afición comprometida que habla más allá del fútbol y de la sociedad.

Está incluso Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay.

Eso me costó. Hablando de la historia de Fernando Morena, el primer fichaje galáctico que tuvo el Rayo, el presidente de entonces (Encinas) me contó la historia desde su perspectiva, pero me faltaba la de Peñarol. Llamé al club y la directiva me comentó que eran muy jóvenes y no me podían hablar de aquella época. “Pero hubo una figura importante que fue Sanguinetti, quien fuera presidente de Uruguay, que lo vivó en primera persona”, me apuntaron. Le estuve persiguiendo unas semanas y fue una de las últimas historias que incluí, que apuré hasta el final (ríe).

“El Rayo femenino tenía que estar. Hubo una vez, hace mucho tiempo ya, que ese equipo era lo que hoy en día es el Barcelona femenino”

Maite Martín

También habla de Míchel I de Vallecas.

Míchel es el mejor embajador que puede tener Vallecas, de lo que es un vallecano. Es parte de la familia. Él siempre fue la persona que se ve. Que siempre te echa un cable si puede, te ayuda. Es maravilloso. Míchel y Miguel. A través de su historia descubres la historia de muchos niños de Vallecas alcanzando sueños que ni ellos mismos habían llegado a soñar.

¿Su momento inolvidable como periodista?

Los ascensos. Han sido la leche y luego poder contarlos. El Tamudazo… Y también momentos que me hubiera gustado poder vivir. El gol de Onésimo. Ahora escribiendo el libro mucha gente me decía: “Ese fue el primer Tamudazo”. O la UEFA. Tengo devoción por aquel equipo. El octavo puesto con Jémez... Siempre te queda la cosa de ¿alguna vez se repetirá? Lo del Rayo femenino, que también tiene su protagonismo. Lo que hoy es el Barça hace unos años, muchos, fue el Rayo femenino. Entonces me da rabia que eso haya caído en el olvido cuando hemos tenido ahí a campeonas del mundo, como Jenni Hermoso.

De hecho aquel Rayo disputó la Champions.

Se nos llena la boca con la UEFA masculina y las chicas jugaron la Champions. Ganaron al Arsenal aquí, que luego allí las eliminó. Los únicos títulos del Rayo son suyos, de hecho, de ellas.

¿De los cien años de historia del Rayo qué es lo que más destaca?

La capacidad de supervivencia que han tenido. Porque siempre han tirado de valentía, coraje y nobleza para sacar adelante situaciones muy complicadas. Económicamente han estado ahogados casi desde el principio y, aún así, han conseguido hitos históricos. Aunque el principal, muchas veces, ha sido sobrevivir.

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