LAS PALMAS

El parón como punto de partida

Las Palmas debería recuperar, tras los compromisos internacionales, a un futbolista vital como Moleiro. La polivalencia de Marvin, cada día más necesaria.

Las Palmas
CARLOS DIAZ RECIODiarioAS

De pronto, la primera plantilla de la Unión Deportiva Las Palmas se encontró con un fin de semana largo. Por primera vez en todo el curso, los futbolistas de García Pimienta disfrutan de libertad condicional tanto hoy sábado como mañana domingo. En medio del parón de las distintas ligas por los compromisos de las selecciones nacional viene bien resetear cuerpo y mente. Y más en caso como el del equipo grancanario, apenas dos puntos en su haber durante las cuatro primeras jornadas ligueras.

Se mueve Las Palmas entre la desazón por los 10 puntos que ya se han perdido y la esperanza de la línea de juego es la idónea. “Si no creáramos ocasiones o situaciones de gol sí estaría preocupado. Ya entrarán”, insiste García Pimienta. De momento no lo hacen.

En cualquier caso, a escasos ocho días de visitar una de las grandes plazas del fútbol patrio, el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, la UD sigue manejando este parón como su particular nuevo punto de partida. En la capital andaluza tal vez podría estar Sergio Ramos esperando, una incógnita de momento su vuelta a la competición oficial con el Sevilla, pero Las Palmas también debería disfrutar de sus particulares refuerzos para este partido (domingo 17 de septiembre, 17.30 hora canaria).

Ocurre que, según lo anunciado por el propio entrenador, “Alberto Moleiro ya debería estar disponible”. Se refiere García Pimienta, claro, al primer partido tras este receso impuesto. Quizás un poco justo, puede que para jugar apenas unos minutos en el segundo acto, convencidos todos de su presencia en plenas condiciones contra el Granada. El 10 de Las Palmas sufre una lesión muscular, microrrotura fibrilar del bíceps femoral izquierdo, desde el amistoso en Leipzig del pasado 5 de agosto. De momento no se tienen noticias de él más allá del siempre escueto parte de lesiones que ofrece el club, y tampoco aparece en las imágenes ofrecidas por la UD a través de las redes sociales de los entrenamientos del equipo.

Sea como fuere, el joven centrocampista tinerfeño (cumplirá 20 el 30 de septiembre) está llamado a ser un futbolista diferencial. De hecho, el curso anterior jugó 2.705 minutos en 40 partidos, 32 de ellos como titular, aunque sigue chirriando que contra el Alavés, el día del ascenso, permaneciera todo el tiempo en el banquillo. Hace un año no se fue el Barça por culpa del fair play financiero. En el vestuario y el banquillo destacan de él, sobre todo, su facilidad para encarar así como la innata capacidad que posee para romper líneas, dos de los principales debes de Las Palmas en este inicio de curso. Llega a ser un especialista en desatascar partidos, 8 asistencias la temporada pasada, aunque debe afanarse más de cara a buscar la portería contraria (cero goles). Se adivinan todo ventajas con él en el campo.

Asimismo, Marvin Park tampoco debe estar muy lejos de debutar con Las Palmas en Primera División. El carrilero diestro criado en el Madrid, de nuevo cedido en la UD, emerge como una de las mejores alternativas que tiene su equipo para abrir un campo que, cuando el equipo grancanario tiene la pelota, parece cada vez más estrecho de tanta pelotera como se llega a armar por el carril central.

Sandro.

Igualmente, de cara al partido de Sevilla también se da por segura la presencia de Sandro Ramírez, un ex de la entidad del estupendo barrio de Nervión, quien se quedara en el banquillo ante el Girona por precaución. Antes de esta dolencia era un fijo para Pimienta. Que se sepa, el resto del equipo tiene el OK médico. Solo faltaría Fabio, cuya presencia es imposible hasta enero. Toca aunar esfuerzos para este nuevo punto de partida.

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