RACING

El Mallorca se fija en Iñigo Vicente

El mediapunta de Derio, que marcó al Andorra y suma nueve asistencias, descolla en la Segunda División y despierta intereses. El exleón tiene una cláusula de 6 millones.

Nacho Cubero

Iñigo Vicente se destapa en la Segunda División. Es el alma mater del Racing con dos goles y nueve asistencias en lo que va de Liga, además de infinidad de recuperaciones para quitarse la fama de que se sacrifica poco en defensa. En el último 2-0 del Racing al Andorra en El Sardinero, Iñigo Vicente se volvió a salir. La categoría se le queda pequeña. Tantas exhibiciones provocan que clubes de la máxima categoría le tengan en cuenta de cara al futuro.

El Mallorca es uno de ellos. Se ha fijado en sus prestaciones. La cláusula de Iñigo Vicente (6-1-1998) asciende a 6 millones tras la última renovación en Santander por cuatro temporadas más, hasta el 30 de junio de 2027. El Toulouse francés ya le tentó la pasada temporada como propuesta para la Ligue 1, en la que el ex del Athletic y CD Mirandés anotó siete goles en 40 partidos con el Racing, donde se siente muy cómodo e identificado. El repertorio del exleón, todavía con 25 años, arrancó en esta última cita frente al Andorra en el minuto 31, en la jugada que parecía menos peligrosa, canjeado en el gol cántabro. Salida de balón del equipo de Sarabia, Vilanova quiso regatear a Iñigo Vicente y el Mago de Derio robó con destreza y definió con maestría buscando el segundo palo burlando la salida de Ratti. Y en el minuto 40, otra ocasión diáfana del Racing, en la que Vicente lo hizo todo bien, cedió el cuero a placer al durangarra Ekain Zenitagoia, que no consiguió meterlo en la jaula.

Un Racing que ganó por sometimiento al Andorra, con Iñigo Vicente y el ex del Santutxu y Barakaldo, Rubén González Alves, como goleadores. En otra recuperación de Iñigo Vicente, ensayó desde 40 metros el lanzamiento a portería que obligó a Ratti a esperarse para efectuar una gran parada. Y a la salida del córner, llegó el segundo tanto. Vicente, en la línea de fondo, la puso atrás, Lago Junior no llegó a tiempo, pero sí Pol Moreno, el disparo del catalán se cruzó con Alves y se fue al fondo de la red. Un Iñigo Vicente singular, con mucho talento innato, y visión de juego de serie, que corrobora cada jornada en Santander que le resta mucho recorrido en su carrera.

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