El Málaga desnuda a un Betis que está en vilo por la lesión de Isco

El Málaga fue un festival para golear al Betis y llevarse el Trofeo Costa del Sol ante la locura de La Rosaleda. Un brillante Larrubia fue letal para dañar a un Betis que casi nunca se asemejó al Betis que quiere ser. Los de Pellegrini reflejaron carencias que fueron letales a nivel defensivo y se quedaron sin ideas desde que Isco abandonó el campo por un golpe en su tobillo izquierdo y el estadio, con muletas. Un aviso importante para el Betis a escasos días para el inicio liguero. Un chispazo de esperanza para el Málaga ante un curso en el que quiere permitirse soñar con casi todo.

El inicio del duelo se vio marcado por un suceso indeseado: un aficionado tuvo que ser atendido en las gradas de La Rosaleda y la preocupación se instaló entre los presentes bajo un silencio casi interminable. El Betis quiso pronto el balón y el Málaga no tuvo más remedio que esperarlo. Bakambu disfrutó de la primera ocasión clara del choque tras recibir un buen pase largo de Bartra, pero no gestionó de forma demasiado brillante su toma de decisiones ante Carlos López. A ese primer aviso del congoleño respondió el Málaga siendo más eficaz. Dotor dibujó un pase medido ante la diagonal de Larrubia, que fue invisible ante Bartra y Valentín Gómez para encarar a Pau López y poner en ventaja a su equipo.

Los de Pellegrini buscaban a Isco, pero la continuidad en el juego creativo no era la deseada. Había un grado más de intensidad en el Málaga, con Dotor multiplicado en la medular y los extremos volando en las ayudas. Riquelme levantó la mano y pidió el balón. Quiso intervenir con sentido desde la izquierda y buscando asociaciones con Isco en forma de diagonales. Pero ni Pablo García ni él encontraban las llaves para ser dañinos. El canterano, en un buen lance dentro del área, definió de forma errática en el toque decisivo.

El fútbol se ausentaba por momentos. El Málaga ganaba duelos y el Betis insistía en pausarlo todo en tres cuartos. Su verticalidad, tan incisiva, no existía a excepción de alguna carrera al espacio de Bakambu que no lograba ser eficaz. El orden táctico de los de Sergio Pellicer hacían lo demás para preocupación de Pellegrini, que elevó su enfado antes del descanso cuando Isco recibió un duro golpe en su tobillo izquierdo tras un lance.

La reanudación desnudó múltiples carencias en los verdiblancos. Isco salió de la cita por precaución y esa realidad pareció contagiar a los suyos. El Málaga fue con todo para regalar a su afición una muestra de atrevimiento que resultó letal. Larrubia completó su festival con una carrera imparable que eliminó a Junior y terminó con una definición notable ante Pau. Un minuto después, el malagueño apareció en una jugada colectiva para ceder atrás y encontrar el remate de Chupe. Dos minutos fatídicos para un Betis rendido.

Quedaba mucho tiempo por delante. El Málaga quiso disfrutarlo mostrando su mejor fútbol. El Betis soñaba con un amago de reacción que no encontraba demasiados argumentos. Pellegrini tiró de ímpetu con Chimy y Cucho, mientras Lo Celso intentaba tomar los mandos de una cita que ya se había convertido en una fiesta para la grada de La Rosaleda. Solo una aparición notable de Ángel Ortiz permitió a Cucho Hernández maquillar la debacle bética. Hay mucho que corregir en Heliópolis mientras la ilusión se instala en la Costa del Sol con un Málaga que promete.

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