El Madrid se rompe como bloque: Elche lo confirmó
El agujero de los de Xabi en los dos goles ilicitanos revela su fragilidad estructural. Fue una mezcla de relajación, problemas tácticos y errores individuales.
El Madrid se ha adentrado en una dinámica peligrosa. Los tres tropiezos consecutivos (Liverpool, Rayo Vallecano y Elche) revelan su declive futbolístico. Aunque no todo está perdido, tal y como subraya la propia clasificación liguera, el equipo de Xabi Alonso ha dejado de convencer. Su volumen de juego resulta muy limitado, impulsado más por tirones individuales que por ciencia colectiva, donde apenas Mbappé exhibió cierto grado de rebeldía.
Más dudas dejó su respuesta defensiva. La buena trayectoria hasta hace pocas semanas se sustentaba en su solvencia como bloque. En ese aspecto, el Madrid había dado un paso importante respecto a un curso pasado en el que arrastró defectos de peso y fue víctima de cierta insolidaridad grupal. Ahora, parecer haber vuelto hacia atrás. En Elche quedó claro, a merced de la cuidada idea ofensiva de los de Sarabia, con juego por dentro y por fuera, en los ataques posicionales y en las transiciones. Los 15 remates y 25 intervenciones en el área de Courtois ponen en valor la amenaza ilicitana ante la que el Madrid no tuvo capacidad de réplica.
Los goles fueron muy sintomáticos. Una combinación de relajación, mal posicionamiento táctico y errores individuales desnudó a un equipo que casi parecía no saber ni cómo debía colocarse. De esta manera, no fue casualidad que el gol de Febas, de bella factura, llegara tras una posesión de 22 pases y 69 segundos sin que el Madrid encimara y se resguardara como mandan los cánones. Desde 2018, según datos de Stats Perform, no encajaba un gol en una jugada tan elaborada del rival. Coutinho y el Barcelona, el precedente.
A partir de ahí, el análisis visual de la jugada clarifica lo mal que defendió el Madrid. Todos los jugadores llegaron tarde a la recepción del poseedor del Elche, las líneas se abrieron con excesiva facilidad y la pasividad de Huijsen y Trent en el área resultaron la puntilla definitiva al pobre ejercicio de los de Xabi Alonso.
En el 2-1, como en otras ocasiones del Elche, existió una desidia generalizada. Camavinga y Valverde se desentendieron de la jugada, sin disimular al menos el repliegue el jugador uruguayo. Asencio fue el único que lo intentó, pero quedó desdibujado por la gran acción técnica de Álvaro Rodríguez.
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El Madrid sostuvo el liderato como pudo en Elche, pero volvió a dejar una impresión negativa en su juego. Aritméticamente, se mantiene primero de LaLiga y conserva una posición privilegiada en la Champions. En apariencia, la situación no reviste gravedad, aunque sí que exige una rehabilitación temprana. Como mínimo.
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