El legado de Dani Jarque se perpetúa en Johannesburgo

Existen pruebas fehacientes de que el legado de Dani Jarque permanecerá en la historia del fútbol más allá de quienes lo vivieron. El eterno capitán da nombre a la Ciudad Deportiva del Espanyol, cuya cantera a su vez se rebautizó por el club como La21, el dorsal que también portan los capitanes de todas las categorías y del primer equipo. Una muestra más de ese reconocimiento interminable se dio recientemente en Johannesburgo.

Porque, si una imagen universal sobre Jarque recorrió todo el planeta y se guardará para siempre en todo tipo de soportes, fue el homenaje que le rindió Andrés Iniesta en la final de la Copa del Mundo de 2010, disputada en el Soccer City, con la camiseta que enseñó a millones de espectadores tras anotar el gol que le daba el título mundial a España. Casi 15 años después, que se cumplirán el próximo verano, el testigo lo recogieron unos chavales que ni siquiera habían nacido entonces.

Se trata de los infantiles del Espanyol, que recientemente disputaron la IberCup en Johhanesburgo. Y que, por supuesto, visitaron ese Soccer City de reminiscencias legendarias para el club perico y su eterno capitán. Muy cerca del estadio, pudieron también visitar el barrio de Soweto y, más concretamente, la casa de Nelson Mandela. Incluso acudieron a un santuario de animales rescatados, en compañía de los jugadores del PSV Eindhoven y el Benfica.

Fue un viaje para unir pasado, presente y futuro. También para fortalecer las alianzas del Espanyol con la academia que abrió hace dos años en Sudáfrica, la RCDE Academy Johannesburgo, considerada una de las zonas estratégicas para el mercado blanquiazul, junto a otras como China, México o Indonesia.

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