El inicio de la era Pace, el fin de la sequía

Tenía que ser ante el Oviedo, un rival de grato recuerdo para un Espanyol que frente a ellos regresó a Primera hace año y medio, en un choque ya entre Manolo González y Luis Carrión en los banquillos, con el que rompiera la escuadra perica una larga sequía. Y no se trata solo de las cuatro jornadas que encadenaba sin ganar, a pesar de su alegre estilo de juego. En el Carlos Tartiere, el día en que se estrenaba en partido oficial la era de Alan Pace como presidente y Velocity Sports Partners como propietario de la entidad, los blanquiazules cosechaban por primera vez en mucho tiempo una victoria a domicilio.

188 días llevaban los de Manolo sin sumar los tres puntos lejos de su templo, del RCDE Stadium, desde que lo consiguieran el 12 de abril en Balaídos, contra el Celta, y también con un 0-2 como el de este viernes en Asturias. Entonces, con un doblete de Roberto Fernández. Ahora, con un primer tanto de Kike García repleto de suspense y otro de Pere Milla, el ‘pichichi’ perico de esta temporada. Entre ambos triunfos, había transitado el Espanyol por cuatro derrotas y tres empates fuera.

Con Manolo en el banquillo, son seis las veces que la escuadra blanquiazul ha salido victoriosa lejos de casa, desde su debut en Segunda contra el Real Zaragoza a la promoción de ascenso en El Molinón, cerca de Oviedo, pasando por las tres visitas con triunfo del curso pasado y hasta la de este viernes en el Tartiere.

Y si hay que remontarse a un triunfo del Espanyol en el Tartiere en Primera, este no se producía desde hacía 30 años, concretamente desde el 17 de diciembre de 1995, cuando Florin Raducioiu de penalti y Goran Bogdanovic impusieron su pólvora al gol de Carlos, en un 1-2 que supuso el partido 50 de Mauricio Pochettino con la camiseta blanquiazul.

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