El incansable Joaquín

Joaquín Sánchez quiere despedirse de la Liga de la mejor manera y sus apariciones sobre el césped están teniendo ingredientes de emoción desde hace varias jornadas. El récord de partidos jugados en Primera de Andoni Zubizarreta (622) sigue sobre la mesa y el portuense podría igualarlo si juega en las tres jornadas restantes. Tiene como mejor aliado a Manuel Pellegrini, que volvió a confiar en él durante el tramo final del último derbi. Fue otro instante especial para el extremo verdiblanco, que pidió cabeza a sus compañeros en esos instantes finales del choque e incluso consoló a Jesús Navas para pedir tranquilidad en ese convulso cierre en el Sánchez-Pizjuán. Su capitanía ejercida hasta el último suspiro.

Pellegrini no tira de Joaquín por casualidad. Le entregó minutos ante el Rayo Vallecano y el portuense resolvió el final del choque con una asistencia y es el reflejo del pensamiento del técnico: no hay regalos para el extremo, que sin embargo aspira a tener protagonismo incluso creciente en este tramo final de Liga con la disputa de tres duelos que deberían enviar al equipo bético a la Europa League por tercera campaña consecutiva. Quizás no fue el derbi soñado por Joaquín, pero sumó uno más a su colección (23, como Navas) y dejó claro que su rol de capitán sigue presente sobre el campo. La pitada del Sánchez-Pizjuán a su entrada tampoco condicionó su aparición en la cita.

Joaquín mira ahora al Getafe y su deseo es claro: tener más minutos en el esquema de Manuel Pellegrini. Sabe que el momento que atraviesan varias piezas de esa línea de tres cuartos no es el soñado y por ello puede tener protagonismo en escena. Su intención es sentirse con la misma comodidad que en los últimos choques y aportar al equipo verticalidad y poder creativo en la zona de ataque. El portuense no quiere un adiós anecdótico y por ello eleva su candidatura a ser importante sobre el césped. No hay cansancio que pueda con él.