El hombre que fichó al jugador más caro del mundo y lo mandó al ‘Flamenco’
La relación entre Manuel Ruiz de Lopera y Denilson dejó capítulos históricos y divertidos en Heliópolis. Lo trajo del Sao Paulo en 1998 por 30 millones.
El fallecimiento de Manuel Ruiz de Lopera trae a la mente de los aficionados numerosos capítulos de historia vivida en LaLiga bajo los tiempos de su mandato en el Betis. Y el nombre de Denilson de Oliveira fue uno de los que marcó su primer periodo como presidente verdiblanco. En 1998, Lopera se adelantó a la dura competencia para firmar al extremo brasileño por 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros). Fue en ese instante el fichaje más caro del mundo. Denilson era una gran atracción para Europa y el Betis peleaba en aquel entonces por movimientos como el realizado a las puertas del Mundial de Francia. Sus regates asombraban y Lopera no dudó en apostarlo todo por ellos. “Van a tener que cerrar un banco si quieren llevárselo”, aseguró Manuel Ruiz de Lopera el día de su presentación.
Pero la llegada de Denilson se había enmarcado en un Betis que ya no brillaba tanto. Lejos de los años de Europa, el equipo descendió en el 2000 sin que el brasileño llegara a adaptarse a lo que demandaban técnicos como Javier Clemente. Lopera lo envió al Flamenco, como él llegó a denominar al Flamengo brasileño. Su cesión duró sólo unos meses porque el club no podía asumir los pactos económicos. Fue entonces cuando Lopera volvió a anunciar a Denilson como su fichaje bomba de ese diciembre previo a un proyecto que devolvería al conjunto verdiblanco a Primera. Y fue, sin duda, el mejor momento del extremo en el conjunto heliopolitano.
La relación entre Lopera y Denilson siempre tuvo guiños a recordar. Uno de ellos cuando el plantel bético celebró una fiesta de Halloween en casa de Benjamín y en la que terminó apareciendo el propio Lopera junto a Juande Ramos. Era el año 2001 y Denilson salió por la ventana cuando vio cómo el mandatario verdiblanco se disponía a interrumpir el festejo del equipo. El brasileño dejó luces y sombras mientras Lopera siempre sostuvo el orgullo de tener en sus filas a uno de los futbolistas más talentosos del momento. Vio cómo Joaquín se unía a él en una dupla de extremos que enamoraba a todos. Con el paso de los años y el adiós de Denilson, siempre hubo guiños entre ambos tras aquella aventura juntos que recordará siempre el beticismo. Como apuntó alguna vez el mismo futbolista, había una relación de padre e hijo entre ellos.
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