El hijo de Marcelo despega

Del Cadete B, al Juvenil C. Ese es el salto que acaba de pegar Enzo Alves, hijo de Marcelo y uno de los delanteros más prometedores de La Fábrica. Palabras mayores. En los últimos días el futbolista ha recibido la noticia de que, pese a continuar en edad cadete (este es su segundo año), hará vida de juvenil. En concreto y salvo nuevo salto, formará parte del Juvenil C, bajo las órdenes de Alberto Fito. Trabajará diariamente y jugará con ellos. Pero con un matiz: tendrá ficha del Cadete A, de forma que pueda jugar los partidos más importantes de su categoría (derbis y rivales directos) cuando sea necesario.

“La gente no es consciente del talento que tiene ese chico”, se transmite desde Valdebebas. Y son voces que lo ven a diario. “Aún le falta, porque es un chaval, pero es una de esas promesas que creerse en serio”, amplían. Enzo Alves tiene 14 años y es delantero centro. Un futbolista que durante toda su evolución en las inferiores ha destacado por su superioridad física: siempre ha sido más grande que sus rivales, más potente y alto. Ello, sumado a un toque de balón exquisito, le han ido empujando por Valdebebas hasta hoy. Llegó en 2017 para jugar en el Benjamín B y ahora, siete años después, ya está en los juveniles. Acechando al Castilla. Pero piano piano.

No se corre en el club, aunque la ilusión es palpable. Los mapas dibujan un futbolista que, con 16 años, ya forme parte del Juvenil A. Es decir, que la temporada que viene (el próximo 7 de marzo cumplirá los 15) ya esté a las órdenes de Arbeloa (si es que sigue siendo el entrenador del equipo). Hay mucha ambición en torno a su nombre, porque hay mucho talento en sus botas. Enzo es un delantero que ya mide 1,76 centímetros, destaca por su capacidad para aguantar el balón y abrir a banda... y tiene una pegada espectacular. Tal vez le falta velocidad, pero lo contrarresta con una lectura de juego sobresaliente.

¿España o Brasil?

A día de hoy, ha elegido jugar con España. Pero la decisión todavía no tiene por qué ser definitiva. La Federación, también consciente de que es un diamante, le ofreció entrar en la Sub-15 el año pasado (cuando todavía era Sub-14). Y aceptó. Por ahora suma cinco partidos con España y cuatro goles. Y ya ha llevado hasta el brazalete. Él, nacido en Madrid, aún puede escoger. Pero por ahora transmite una enorme felicidad por representar a La Roja. “Que bonito es ser español”, escribió en sus redes nada más ganar España la Eurocopa. Sin ir más lejos. Quédense con su nombre: Enzo Alves. Hagan caso a quienes lo ven a diario. Es una promesa de las que van muy en serio. Lo saben en la Federación. Y lo saben en Valdebebas. Con 14 años, al Juvenil.

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