El goleador Sergio Ramos se reivindica: “El sevillismo se lleva en la sangre”

Sergio Ramos volvió a ser protagonista con el Sevilla una nueva jornada más. El camero salvó los tres puntos para el conjunto que dirige Quique Sánchez Flores gracias a un cabezazo en la segunda mitad que dio toda la tranquilidad necesaria para adormecer el encuentro. Aunque también salió en la foto de los dos goles de la Real Sociedad, en el primero por una mano que se tradujo en penalti y en el segundo generando la falta que convirtió Brais ya en el tiempo de descuento. Más allá de ello, Ramos estuvo de nuevo imperial en la zaga defensiva, “mejor que nunca”, como se definió el propio campeón de Mundo tras ganar en el Sánchez-Pizjuán. Su tanto, que el sexto de la campaña para él (dos en Champions, dos en Copa y otros dos en Liga) le coloca como segundo máximo anotador nervionense del curso, sólo por detrás de los 13 goles de En-Nesyri.

“Teníamos ganas de ganar un partido así porque veníamos de hacer la cosas muy bien a pesar de perder en el Bernabéu. El equipo venía en un estado de ánimo muy bueno y había ganas de sumar estos tres puntos, muy necesarios para el objetivo de salir de ahí e ir creciendo. Y bueno, también para darle una alegría a la gente”, afirmaba el central, que reivindicó su compromiso y el de Jesús Navas: “El sevillismo se lleva en la sangre. Tanto a Jesús como a mí se nos puede reprochar que no andemos bien en un momento puntual, pero el compromiso lo tenemos y eso es intachable. Venga quien venga tiene que demostrar ese sevillismo. Nosotros lo tenemos de serie porque nacimos aquí”.

Ramos reconoció que su penalti había sido claro: “Sí, la vi y es clara. Mientras no cambie la norma es así, pero el equipo salió en la segunda parte intentando dejar al lado el resultado. Al final, cuando anímicamente se recupera esa confianza, el equipo responde. Uno mira hacia atrás y da pena que se nos hayan ido los retos que teníamos en la Copa y en la Champions. Pero eso es el fútbol y ya veremos la temporada que viene”.