El Glorioso seguirá en Primera

El Alavés aseguró la permanencia con una victoria de prestigio. Solo necesitaba un punto para decir que estará en Primera la temporada que viene y se llevó los tres de Mestalla. Lo hizo gracias a un gol de Javi López y un planteamiento perfecto de Luis García Plaza, un entrenador que ha hecho del Glorioso un equipo sólido y con personalidad como manda su idiosincrasia, pero también con criterio e identidad con el balón en los pies. El Valencia, que hace tiempo logró su mismo objetivo que el Alavés, la permanencia, dice prácticamente adiós tras esta derrota, la tercera consecutiva, a su sueño de pelear por Europa. La Quinta del Pipo lo ha intentado, pero huele a que el Valencia se pasará otro año más (y van cinco) sin pasar de los Pirineos.

El Alavés, equipo de autor, de nombre Luis García Plaza, salió a Mestalla con la paz interior que da sentirse salvado. Le faltaba un punto para la permanencia matemática, pero nadie dudaba cuando comenzó el partido que volvería a estar por Mestalla el año que viene. De ahí que su partido fuera pausado, serio, muy correcto. Un Alavés que se hizo fuerte en las inmediaciones de Siveira y que cada cierto rato daba pellizcos a Jaume y después a Rivero. El que más inquietó fue Kike García, con palo incluido, y también Benavidez desde lejos y un motivado Carlos Vicente, que jugaba en la que pudo ser su casa no lo fue por el puño cerrado de Lim en enero (600.000 euros tuvieron la culpa).

Lo de Baraja, más allá del resultado, tiene un punto circense. Lo suyo es el más difícil todavía cada jornada que pasa. Su Valencia salía a jugarse Europa con dos chavales en el once que en enero competían en Primera (Peter Federico) y Segunda RFEF (Yarek) y con un portero (Jaume) que hacía 715 días que no era titular en Liga. Y la cosa aún creció a triple salto mortal cuando Jaume se lesionó y debutaba así Cristian Rivero, un portero del que siempre hablaron maravillas en Paterna, si bien,por Neto, Cillessen, Jaume y Mamardashvili, tan solo había jugado cuatro partidos oficiales (18 incluyendo amistosos) en los últimos seis años, el último el 27 de enero de 2021. Y por si fuera poco se estrenó luciendo el brazalete de capitán. Nada más que añadir. Bueno sí, oda a Baraja pese a una derrota que deja Europa ya muy lejos. Tampoco era su batalla cuando comenzó la guerra en agosto.

Al Valencia el partido se le hizo espeso. Y eso que comenzó cada uno de sus partes con ocasión clara y manifiesta de ponerse por delante en el marcador. Pero ni Diego López en la primera mitad ni Canós tras el descanso tuvieron la definición necesaria. El Alavés, sin embargo, mediada la segunda mitad, encontró a la salida de un córner (que no era y por ello se quejó Baraja) una vía de escape en la zaga blanquinegra. El balón pasó por encima de todos y cayó en los pies de Javi López, que llegando desde atrás fusiló a Rivero. La celebración de los vitorianos fue de Primera, en especial entre los miembros del banquillo, como lo volverán a ser ellos el año que viene.

Lo de Javi López fue un mazazo para el Valencia, un equipo que hasta el final empujó más por orgullo que por ideas. Le falta creatividad a la plantilla de Baraja y esa es una asignatura a resolver este verano, si lo que se quiere es crecer como proyecto, claro está. Para colmo de males, a diferencia de lo que le ocurrió hace una semana en Barcelona, el asistente de Melero López interpretó que el fuera de juego posicional de Peter Federico sí era susceptible de ser sancionado y así lo hizo. El hispano-dominicano, aunque no tocó el balón, hizo intención de participar en la acción y por ello anuló un gol de Diego López que hubiera puesto emoción a la recta final del encuentro. Pero los sueños, sueños son…

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