El Girona regresa al club de los mortales

La derrota en Mallorca ha dejado un sabor amargo en el Girona. Evidentemente una eliminación copera nunca es de buen gusto para nadie, pero es que una victoria hubiese supuesto el pase a semifinales por primera vez en la historia del club. Un escenario que el Mallorca evitó con una primera parte excepcional (3-0) que el Girona no pudo remontar. Una derrota que duele, pero que da una buena magnitud de lo que está consiguiendo el equipo esta temporada: es la segunda derrota de todo el curso.

Hasta ayer el Girona solo había perdido un partido, ante el Real Madrid, en una temporada prácticamente inmaculada. Muy por encima de las expectativas del equipo. Llevaban cuatro meses sin perder, 17 partidos entre Liga y Copa, igualando la mejor racha histórica de la entidad. Esos 17 partidos es el límite al que ha llegado el club, pero no es lo mismo hacerlo en Primera, como lo han logrado de la mano de Míchel, que en Segunda B. Además, las victorias han sido la tónica en estos 17 partidos.

La derrota ante el Real Madrid fue el pasado 30 de septiembre en Montilivi. Cuatro meses atrás. Pero es que en toda la temporada no habían caído lejos de Girona. Diez victorias y tres empates fuera, entre Liga y Copa, una absoluta barbaridad al alcance de poquísimos equipos a lo largo de la historia. Eliminados de la real competición, ahora todos los esfuerzos se centran en la Liga.

El Girona tiene por delante 17 partidos más para acabar la temporada. Una temporada que ya es la mejor de la historia, han batido su propio récord de puntos, y que tiene visos de convertirse en legendaria. No en vano son los líderes de Primera. Desde el club, también el vestuario, se repite por activa y por pasiva que no compiten por ganar la Liga, pero sí por entrar en Europa. Actualmente el equipo tiene once puntos de margen con el quinto, el Athletic y 20 con el séptimo, el Valencia, por lo que la clasificación europea es un escenario altamente probable.