El Girona paga la fiesta

Quique pedía colmillo a su equipo en la previa y los jugadores se lo tomaron tan a pecho que no habían pasado dos minutos cuando ya le habían dado el primer mordisco al Girona. Una herida que resultó mortal, porque de ella no se recuperó el equipo gerundense.

La confianza hace temerarios y el Girona, cómodo en la clasificación, se puso a tocar el balón atrás como si llevase el tiqui-taca en las venas. Acabó desangrándose. En concreto, por el costado de Santi Bueno, que se atascó ante la presión de Munir propiciando el 1-0, con intermediación de Mayoral y finalización de Ünal.

La presencia de Alderete en el once es utilizada para sacar provecho de sus desplazamientos en largo. En uno de ellos), Mayoral pudo hacer el segundo tanto, si bien el balón fue a las manos de Gazzaniga. El gol llegaría un minuto después en otra invitación del Girona. Esta vez fue un penalti por mano de Javi Hernández, a centro de Portu. Ünal no se dejó convencer por nadie y esta vez lanzó él. Gol.

Al poco llegaría un disparo de Maksimovic desde fuera del área. En un cuarto de hora el Getafe había tenido más ocasiones claras de gol que en lo que va de año. Para todo ello resultó decisivo Munir. Sus entradas por banda izquierda, sus centros, su presión alta. No hubo nada que no hiciese bien el hispano marroquí.

El Getafe merodeaba el área del Girona mientras el equipo de Míchel pedía el fin de la primera parte para que acabase aquel tormento. Llegó el descanso, pero dos minutos antes Mayoral marcó el tercero, a centro de Munir, claro.

Tres cambios realizó Míchel al descanso y le dieron sus frutos. David López inició el 3-1 arreglando una cantada de Gazzaniga. Silencio en el Coliseum. Del runrún se pasó directamente al miedo cuando Miguel Gutiérrez, con un zapatazo desde fuera del área, puso 3-2. En las tribunas del Coliseum se olía el canguelo, pero al final el Getafe aguantó y pudo cerrar el partido con triunfo. Una victoria que le saca de descenso. Siguiente parada: el Nuevo Mirandilla. Para este nuevo Getafe.