El Girona genera patrimonio

El Girona es un club que, poco a poco, paso a paso, sigue creciendo. Lo hace deportivamente, es segundo con el mejor arranque de la historia en Primera, económicamente, con ventas y fichajes de récord, pero también en patrimonio. Inmobiliario (el curso pasado presentaron el proyecto para la nueva ciudad deportiva) pero también deportivo. Más que nunca, el club ha adquirido jugadores en propiedad que pueden reportarle buenos beneficios en el futuro.

El caso más evidente es el de las cesiones. Desde que entró a formar parte del City Football Group el conjunto de Montilivi se ha nutrido de cesiones de los equipos del grupo. La temporada pasada, sin ir más lejos, llegaron Yan Couto, Yangel Herrera y Taty Castellanos por esta vía. Pero también, como todos los equipos con presupuestos más ajustados, de préstamos de otros equipos. A los ya mencionados el curso pasado se sumaron Gazzaniga, Iván Martín, Riquelme, Reinier y Javi Hernández. En total ocho jugadores que no eran propiedad del Girona, cuyo único rendimiento podía ser deportivo. Algo que ha cambiado esta temporada.

De entrada el club ha adquirido en propiedad a tres de esos jugadores: Gazzaniga, Yangel e Iván Martín. Además, ha reducido las cesiones a cuatro nombres: Eric García, Pablo Torre, Savinho y Yan Couto. Un paso adelante en la configuración de una plantilla propia con nombres cada vez de mayor calidad. En este sentido hay que sumarle fichajes estratégicos, como los de Tsygankov, Solís o Dovbyk, jugadores con mucho potencial. Si explotan el Girona podrá generar unas plusvalías importantes para el club. Ese ha sido el caso este verano de Santi Bueno, que llegó gratis para el filial y se ha marchado al Wolverhampton como el mayor traspaso de la entidad (12 millones de euros).

A todo esto hay que sumarle una cantera cada vez mejor formada, estructurada y prolífica. El club va renovando jugadores (el último Iker Almena) y cuenta con varios futbolistas (como Jastin) con un futuro muy prometedor por delante.