El Girona, el invitado perfecto

Se aproxima Navidad y serán días de reencuentros y visitas. Pues bien, en Primera División hay un conjunto que se está erigiendo en el invitado perfecto: el Girona. El bloque rojiblanco no carbura a domicilio y así lo indican los números porque en lo que se lleva de curso, aún no ha ganado lejos de Montilivi. Ha disputado siete partidos y su balance ha sido de tres empates y cuatro derrotas.

Su último duelo fuera de casa dejó muchísimas dudas en el vestuario gerundense. Y es que las costuras que le mostró el Elche (3-0) fueron muchísimas. Iván Martín así lo resumió: “Llevábamos jornadas sintiéndonos como queríamos y tropezamos. Fue un completo desastre. Nos faltó mucho arriba, abajo, en medio... toca aprender”. Daba la sensación que el Girona iba al alza tras enlazar tres jornadas sin caer (triunfo ante el Alavés y empates contra Betis y Real Madrid), pero se han vuelto a dar dos pasos hacia atrás.

Y el problema es que el patrón se repite, de manera muy peligrosa, este curso. A domicilio, el Girona muestra su cara menos competitiva y las desconexiones le matan. Contra el Elche, sin ir más lejos, recibió dos goles en solo cinco minutos. Fueron el 2-0 y el 3-0 y ahí se diluyeron todas las esperanzas de sumar, como mínimo, un punto. Lejos de Montilivi hay mucho que reconstruir, empezando por las áreas. En diferencia de goles, los rojiblancos tienen un saldo de -10 fuera. Demasiado para un equipo que pretende escapar del descenso. Urgen soluciones inmediatas porque, además, el Girona afrontará la próxima jornada de nuevo a domicilio. El viernes (21:00) visitará a la Real Sociedad.

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