El Girona de Jastin

El último test de la estadía en Inglaterra dejó muy buenas sensaciones para el Girona. La primera, que el once teóricamente titular es capaz de bailar a un equipo de la Championship que arranca la competición en una semana. La segunda, que Jastin no es un jugador de futuro, sino de presente. El extremo dio un recital, una actuación memorable, con asistencias de tacón y jugadas increíbles. Fue decisivo en el 2-3 final y le aplaudió hasta el público local. El único punto negativo, la lesión de Pablo Torre.

El partido arrancó relativamente mal para el Girona. Con ciertas dificultades para salir jugando, pero sobre todo por la lesión de Pablo Torre. Una baja sensible, de la que aún no se conoce el alcance, y que podría ser problemática. El azulgrana se marchó tocándose la rodilla. Pero ahí acabaron los problemas del Girona. Durante los 35 siguientes minutos el equipo voló sobre el césped de Ewood Park. Los de Míchel dieron un recital de juego, tocando rápido, de primeras y volviendo locos a los defensas del Blackburn. Especialmente a los dos laterales que se vieron ampliamente superados por Savinho y Jastin. Los dos extremos jugaron a placer.

Los goles, evidentemente, no tardaron en llegar. Stuani perdonó en el 20′ pero si alguien conoce al uruguayo sabe que no suele equivocarse dos veces. Tras una magnífica asistencia de Tsygankov el punta la empujó a la red. Como en sus mejores tiempos, que no se acaban. En el 29′ llegó la primera acción de peligro del Blackburn pero el Girona contestó inmediatamente. Savinho, con una autopista por delante, sirvió el balón a Tsygankov que remató a la base del palo desde la frontal del área. Fue un festival. Una actuación magnífica colectiva en la que destacaron los extremos. Solo un error de Juanpe, y el buen hacer de Leonard, permitieron a los ingleses reducir la distancia antes del descanso.

A uno se le acaban los calificativos para Jastin, que lo hizo todo bien. Más que eso porque, en realidad, fue un espectáculo. Dio una asistencia de tacón a Blind para el 1-3 pero es que cada acción que tocó mejoró el balón que le había llegado. Una actuación digna de un jugador de nivel europeo que reconoció el público de Edwood Park, que le aplaudió en alguna ocasión.

La intensidad del partido bajó con los cambios, el Girona pasó a una defensa de cinco, y el partido entró en una fase más calmada, más propia de un partido de pretemporada en el que los entrenadores prueban cosas y reparten minutos. También donde hay más errores. Y uno grande de Juan Carlos, que se equivocó en un pase a Blind, supuso el segundo de los ingleses. Manu Vallejo tuvo una clara para hacer el 2-4 pero el marcador finalmente no se movió.