El factor Pellegrini

Las reuniones se multiplicaron ayer en las instalaciones de la ciudad deportiva del Betis para encontrar algo de luz al escenario abierto previo al cierre del mercado de fichajes. Ramón Planes, director deportivo del club verdiblanco, acompañó a José Miguel López Catalán y Ramón Alarcón en una mesa de debate en la que también se encontró Manuel Pellegrini. Es precisamente el técnico chileno el gran valedor de las decisiones que se tomen en este último día de cara a conformar su plantilla de la mejor forma posible. Él tenía un croquis en la mente que quizás sea difícil de fabricar a estas alturas, aunque el club quiere entregarle los mejores ingredientes posibles a una receta que pone su esperanza en un nuevo salto cualitativo y la meta en esa clasificación a la Champions League que se resistió en años precedentes.

Pellegrini tiene incidencia en cada movimiento. El chileno ya advirtió que la situación precaria de la economía del club condiciona todo, pero también pretende marcar sus exigencias desde el inicio y lo hace hasta el último minuto del mercado. No quiere desprenderse de una pieza tan importante en su plantel como Guido Rodríguez mientras insiste en que necesita un sustituto de Luiz Felipe si éste se marcha finalmente a Arabia Saudí. No sólo eso: lleva días insistiendo en que necesita reemplazos para Canales, Joaquín e incluso Juanmi. ¿Hasta qué punto será crucial el técnico en las decisiones del club para conformar el plantel definitivo? Hay optimismo en Heliópolis de cara a completar la satisfacción de su técnico con el resultado final. Aunque las premisas aún se encuentran sobre la mesa.

El Betis perdió a un jugador crucial de su columna vertebral de los últimos años al marcharse Canales y pretende sostener a Guido para que renueve y no condicione otra posición elemental. Pellegrini lo ha dejado claro. Más allá de la posibilidad de ingresar un buen importe por su salida, el técnico sabe que no será sencillo para el equipo reemplazar su marcha. No ocurre lo mismo con el centro de su zaga. La preferencia de Guido también es la de quedarse y en la tarde de ayer comunicó al Lyon que no jugará en la Ligue 1 por cuestiones personales. Pactar una renovación es la intención del club antes de adentrarse de forma definitiva en su cierre de contrato y que quede libre en unos meses. Ese temor lo condiciona todo. El técnico deja claras sus preferencias sobre la mesa de negociación a las puertas de un día que puede ser frenético para que su plantel se parezca lo máximo posible al que alguna vez imaginó. El sueño para su ataque sigue siendo el mismo que se transformó en preferencia desde el minuto uno del verano: Abde. El club verdiblanco abordará hasta última hora la posibilidad de su fichaje en una negociación con el Barcelona que podría cerrarse en un traspaso por la mitad de su pase. Pero, de momento, hay aún un puñado de condicionantes sobre la mesa.