El factor invisible de Puado

Hay jugadores que, aunque en ocasiones no tienen cabida en un teórico once tipo, siempre acaban apareciendo y convirtiéndose en pilares. Su capacidad de adaptación y su compromiso defensivo están por encima de otros guarismos más vistosos, como los goles y las asistencias. Es lo que ocurre con Javi Puado, inferior en cuanto a goles a Joselu Mato y Martin Braithwaite, sin tanta capacidad para jugar de extremo como Nico Melamed, Rubén Sánchez o Aleix Vidal, pero siempre en el equipo titular tanto el curso pasado con Vicente Moreno como este con Diego Martínez: “Siempre que ayude al equipo me hace estar contento. Quiero más, por ejemplo goles”.

El delantero perico ha sido titular en 18 de los 26 partidos oficiales y ha anotado cinco goles, los mismos que el curso pasado. Aunque el barcelonés ha tenido oportunidades para merodear los diez tantos, una cifra que le daría un salto de calidad a sus prestaciones: es el jugador de la Liga con más postes (5) y en los dos últimos encuentros ha fallado dos ocasiones clarísimas, aquella primera ocasión del partido ante el Elche y la oportunidad que podía suponer el 2-0 ante el Mallorca, pero se marchó por encima del larguero. Pese a ello, el Espanyol acabó sacando ese encuentro: “Cuando estamos con la necesidad de sacar partidos clave, lo hacemos, como ante Getafe, Elche o ahora Mallorca. Es una victoria que para la confianza es importante”.

El factor invisible de Puado es el que le convierte en el octavo jugador más utilizado por Diego Martínez, principalmente por su disciplina defensiva. Acostumbrado a jugar por la izquierda, apenas crean peligro los rivales por ese costado. Un ejemplo fue ante el Betis, cuando entre el canterano y Brian Oliván frenaron a Luiz Henrique. “Creo que en todos los partidos menos contra el Almería fuimos competitivos”, explica Puado, quien además destaca el rendimiento perico lejos del RCDE Stadium: “Fuera de casa estamos cómodos. Otros años nos costaba más”, cuenta.

Como le ocurriera a José Callejón cuando jugó en el Espanyol de 2008 a 2011, destacó más su trabajo defensivo que por sus goles, pero justo cuando maduró y cambió el rol se convirtió en un goleador empedernido. Con Puado, a quien siempre le han augurado un gran futuro (Francisco Rufete, ex director deportivo, llegó a decir que podría valer hasta 20 millones), hay una sensación similar. Mientras tanto, el jugador se centra en otra batalla, la del domingo ante el Valladolid: “Ellos vienen con ganas de sumar, será un partido difícil. Es importante seguir puntuando para estar más tranquilos”.