El extremo Rubén Sánchez

Titular en los orígenes de Diego Martínez, tanto en la pretemporada como en las primeras jornadas de Liga, resurge Rubén Sánchez a las puertas de la visita del Espanyol al Real Madrid. Titular en solo dos partidos oficiales desde que se recuperó de su larga lesión en los isquiotibiales de la pierna izquierda, viene el canterano de disputar 45 minutos solventes frente al Valladolid, que le otorgan opciones de actuar en el Bernabéu si se decanta el entrenador por una defensa de cinco. Es decir, como carrilero.

Porque los números de Rubén en su última intervención, en el Nuevo Zorrilla, son más propios de un extremo (demarcación desierta en la plantilla) que de un lateral, la posición que teóricamente debía cubrir cuando entró en la reanudación para sustituir a Óscar Gil, quien a su vez había ido alternando esa banda derecha con Ronaël Pierre-Gabriel en la primera mitad, a raíz de la lesión de Brian Oliván. Aparece el canterano ciertamente en la foto del 2-0 del Pucela, en la que se queda a medio camino para obstruir el disparo de Álvaro Aguado, pero también figura en la mayoría de acciones de un Espanyol que al final tuvo posibilidades de empatar.

Con su posición media situada en campo rival, fue Rubén el séptimo jugador del Espanyol que más intervino en el juego (42 veces) a pesar de haber jugado solo la mitad del encuentro. Su precisión en los pases fue de un elevadísimo 93,8 por ciento, con 15 buenos sobre 16 intentados, que tampoco se redujo en el último tercio del campo, donde le salieron bien cinco de seis intentos.

Salió vencedor el canterano perico de una entrada de las dos que hizo, cometió una falta y ganó dos posesiones. Dio cuatro regates, dos con éxito. Y puso hasta siete centros, lo que le confiere ese aura de extremo, de carrilero en defensa de cinco, lo que puede ayudar ante un rival como el Real Madrid, ya sea como titular o de revulsivo, como viene haciendo desde enero.