ESPANYOL

El Espanyol, siempre a (la) Primera

Seis veces bajó el equipo perico, todas subió en una temporada. Los descensos han ido de dos en dos. Fundador de LaLiga y primer goleador, sexto club en partidos en la elite, vuelve a casa.

Gorka Leiza

Domingo 10 de febrero de 1929. Las tres y cuarto de la tarde. Y un joven de 17 años llamado José Prat, apodado ‘Pitus’, anotaba el primer gol en la historia de la Liga, en Sarrià, ante el Real Unión de Irún. Efectivamente, se trataba de un futbolista del Espanyol, club fundador de la competición, el sexto que más partidos ha disputado en la máxima categoría, 2.816, con 87 de las 93 temporadas de la competición presente. Serán 88, como mínimo. Porque el club perico ha vuelto a su casa. Y, como en los seis descensos anteriores –siempre, curiosamente, han ido de dos en dos en el tiempo–, a la primera.

El doblete de Javi Puado en la vuelta de la final de los playoff ante el Oviedo (2-0), para revertir el 1-0 de una semana antes en el Carlos Tartiere, pasa indudablemente a los libros de historia de una entidad con 123 años de vida. Igual que el ambientazo de un estadio de Cornellà-El Prat a rebosar, cuyos seguidores no pudieron contener la emoción tras un año interminable de sinsabores y dolor, y acabaron protagonizando una festiva invasión de campo. Será para siempre la verbena de San Juan más bella del espanyolismo, con la euforia envuelta en fuegos artificiales por todo el cielo de Cornellà y El Prat, de Barcelona, de Catalunya.

El ascenso de la pandemia

Sucede este ascenso, en un curso con tres entrenadores –Luis García hasta la jornada 14, Luis Miguel Ramis hasta la 30 y finalmente Manolo González, con tan sólo una derrota en 16 encuentros–, al logrado hace tan sólo tres años, la temporada 2020-21. Aquel fue bastante más plácido, con un Espanyol que con sus altibajos dio un recital de cómo subir. Fue el año de la pandemia, y por tanto los estadios estaban vacíos de principio a fin. Y los Raúl de Tomás, Darder, Cabrera o Diego López empujaron al equipo, dirigido por un experto en ascensos como Vicente Moreno, a volver a Primera a falta de cuatro jornadas, con un 0-0 en La Romareda ante el Real Zaragoza, el 8 de mayo de 2021 en que se suprimía el toque de queda.

Camacho, Lardín y Sant Jordi

Si campeón había acabado siendo ese Espanyol de Moreno (82 puntos), también lo fue e igualmente con un holgado ascenso, el de la temporada 1993-94, de la mano de José Antonio Camacho, que puso los cimientos de un cuarto puesto tan sólo dos años más tarde. Se rubricó aquel retorno a la elite un 23 de abril, Diada de Sant Jordi, con un contundente 4-0 frente al Cádiz en Sarrià (doblete de Lardín, Korneiev y Fonseca), cuando restaban tres jornadas.

La inacabable tanda de La Rosaleda

Mucho más dramático fue el ascenso de la campaña 1989-90, paradójicamente después de haber tocado con la yema de los dedos una Copa UEFA en 1988. Y con baile de entrenadores, de Benito Joanet a un Juanjo Díaz que tomó las riendas en la decimoctava jornada. No pudo pasar aquel equipo de la quinta posición, cuando la promoción abarcaba hasta el cuarto, pero pudo entrar porque tercero había sido un filial, el Bilbao Athletic. Ante el Málaga, ganó el Espanyol 1-0 en Sarrià (Gabino) y perdió en el tiempo reglamentario 1-0 en La Rosaleda (Rivas), así que se procedió a una tanda de penaltis casi inacabable, de 16 lanzamientos, que cerraron entre Meléndez deteniéndole uno a Villa y Albesa anotando el del ascenso.

Los ‘cuatro’ Delfines

Dos décadas antes no tuvo que recurrir a eliminatorias ni penaltis el Espanyol para subir, en la temporada 1969-70, de nuevo con cambio de entrenadores, Fernando Riera hasta la jornada 23 y Rafa Iriondo hasta el final, consiguiendo el ascenso matemático en la penúltima jornada, en Sarrià, con una goleada de escándalo contra el Ilicitano: 7-0. Se dieron un festín Rodilla y Glaría, con tres dianas cada uno, más la de Amas. Era el equipo de los Cinco Delfines, salvo Marcial, ya traspasado por obligación tras estallar el caso Matesa, que afectó de lleno al presidente Vilà-Reyes, tan sólo tres años después de una tercera plaza en Primera… Y tres años antes de otra, con Santamaría al mando.

El primer ascenso, en el Bernabéu

Y el primer ascenso en la historia del Espanyol data del 23 de mayo de 1963, con más intriga, imposible. Porque, con Heriberto Herrera en el banquillo, el Espanyol terminó segundo del Grupo I de Segunda, dividida en zona norte y zona sur. Sólo subía el primero, que había sido el Pontevedra. Así que disputaron los pericos una promoción ante el Mallorca, que había sido cuarto por la cola en Primera.

2-1 quedaron en la ida, en Sarrià (Castaños y Boy, Pepillo), e idéntico resultado para los bermellones se produjo en el Lluís Sitjar (Bergara y Sampedro de penalti, Domínguez de penalti). No hubo tanda de penas máximas, sino un encuentro de desempate, en el Bernabéu, en el que un gol de Idígoras en el minuto 77 estrenó la historia de reencuentros de un club histórico de la Liga española.

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