El Espanyol le da una vuelta al objetivo de la permanencia

“Será una segunda vuelta importante, difícil y compleja, pero apasionante”, vaticinó hace unos días Diego Martínez, satisfecho con los cinco fichajes invernales a la espera de su rendimiento, pero alerta con el cúmulo de lesiones, sanciones, fatiga y lo que tendrán progresivamente en juego todos los rivales que vayan desfilando. La vida. La cuestión es si será capaz el Espanyol de salir del atolladero, de despegar de una zona de descenso que queda a dos puntos. Y, hasta donde se puede predecir lo impredecible, históricamente los datos apuntan a que así será.

Desde que la Liga de Primera División presenta el actual formato, con 20 equipos y tres puntos por victoria, es decir, desde la temporada 1997-98, en casi un 60 por ciento de las ocasiones completó el Espanyol una mejor segunda vuelta que la primera, lo que resultaría indispensable este curso para alcanzar la salvación, después de haber cerrado la primera mitad del campeonato con 20 puntos, más el sumado tras el paso del ecuador el pasado sábado ante Osasuna (1-1). De esas 14 veces en que acabó mejor que empezó, en hasta en una docena necesitaba ese arreón final para mantenerse en Primera, y lo consiguió. Mención aparte, lógicamente, merece el descenso del ejercicio 2019-20.

El máximo exponente de esas segundas vueltas por la permanencia fue el de la temporada 2008-09, cuando se pasó de los 15 puntos de la primera vuelta a los 34 de la segunda, ya con Mauricio Pochettino en el banquillo. En el terreno de juego estaba el hispanoargentino en la 2003-04, en la que se pasó de 14 puntos en la primera parte del campeonato a los 29 de la segunda, con Luis Fernández de entrenador. El Espanyol ha sido incluso de pasar del máximo peligro a rondar Europa, como los 23 y 38 puntos, respectivamente, de la campaña 1998-99, de la mano de Miguel Ángel Brindisi.

En otras diez temporadas de esta serie histórica, sin embargo, fue mejor la primera vuelta. Y en la mayoría de esos casos, al menos media docena, el Espanyol se dejó ir en el tramo definitivo después de haber gozado de una posición privilegiada en la tabla. El caso paradigmático es el de la 2007-08, con Ernesto Valverde a los mandos, cuando pasaron de 36 puntos y una cuarta plaza a la decimosegunda, tras sumar solo 12 puntos en las 19 últimas jornadas. En menor medida, sucedió algo similar en la 2010-11 (con 34 y 15 puntos, cronológicamente) o en la 1997-98 (32 y 21).

El promedio de las segundas vueltas del Espanyol, pese a esas desconexiones de algunas temporadas en que ya estaba salvado, o a los 14 tristes puntos que consiguió en el año del último descenso, asciende a 23,45 puntos. Lo que traducido al actual equipo, comandado por Diego Martínez, equivaldría a concluir la Liga con entre 43 y 44 puntos. Es decir, con la permanencia garantizada salvo cataclismo. Pero nada es matemático hasta que se consigue.