ESPANYOL

Chen fulmina a Catoira

El presidente lo comunicaba a la cúpula del Espanyol en Barcelona este lunes a las 7:00am. Se oficializará en un par de días. El club tiene un acuerdo con un director deportivo con experiencia.

Actualizado a
Gorka LeizaDIARIO AS

“Si en verano era optimista, ahora soy más optimista que nunca”, solventaba Domingo Catoira en un mercado de invierno tras el cual pasó el Espanyol de flirtear con el descenso a directamente bajar a Segunda División. El director deportivo del Espanyol, que asumió el cargo en mayo de 2022 tras la destitución de Francisco Joaquín Pérez Rufete, su antecesor y valedor, no ha dimitido por el incumplimiento claro del objetivo, pero tras una larga semana de conversaciones de la cúpula del club en Barcelona con el presidente y propietario, Chen Yansheng, este último ha accedido a su despido.

La decisión la comunicaba Chen, según ha podido saber AS, este lunes a las siete de la mañana, hora peninsular española, por lo que todavía queda pendiente toda la burocracia para que la salida de Catoira pueda oficializarse, hecho que calculan fuentes solventes que pueda producirse en un par de días. En paralelo, y para cubrirse las espaldas por si llegaba este desenlace, el más coherente, el Espanyol ha ido trabajando en la figura de un nuevo director deportivo, hasta el punto de que ya cuenta con un principio de acuerdo. El sucesor de Catoira debe aún desvincularse de su actual club y tiene experiencia en el cargo. Queda descartado, según apuntan a este periódico, David Fernández, que había sido uno de los primeros candidatos sondeados por el Espanyol.

El arquitecto de un equipo Frankenstein

Sin apenas comunicación con el vestuario, cuyas piezas claves pueden tomar una u otra decisión de futuro en función de si Catoira se quedaba, y discutido con algunos agentes por su singular manera de afrontar comunicaciones y negociaciones, de Catoira lleva el sello una plantilla que pasó en 12 meses de salvarse con holgura a precipitarse al vacío. De practicar una revolución a sufrir una escabechina. De contar con algunos grandes jugadores y a la vez sufrir un desequilibrio letal, con demarcaciones desiertas. Y de conseguir que los dos únicos fichajes de la temporada que antes de su ascenso había cerrado Rufete, como lo fueron Joselu Mato y Brian Oliván, fueran los que mejor rendimiento han brindado.

Con la colaboración (primero, y paulatinamente tensión) de Diego Martínez, Catoira protagonizó en la recién finalizada campaña 2022-23 hasta 36 movimientos de mercado, una cantidad increíble en cualquier club que precise una mínima estabilidad. Y no podrá decir que lo hiciera sin recursos, ya que a pesar de que Chen Yansheng ha ido cerrando el grifo de la inversión, el flujo de dinero entre entradas y salidas de jugadores se ha situado por encima de los 35 millones de euros.

David López, Diego López, Óscar Melendo, Dídac Vilà… La marcha de futbolistas más que simbólicos fue el primer paso en un verano donde el primer equipo pasó semanas sin un portero, síntoma inicial de que algo no marchaba bien: las elecciones posteriores de Benjamin Lecomte y Álvaro Fernández acabaron de confirmar esa inquietud. Pero pudo en cambio invertir 4,5 millones en Edu Expósito para arrebatárselo a tiempo al Girona. La gestión del caso Raúl de Tomás, finalmente traspasado al Rayo Vallecano fuera ya de la ventana de verano, ha marcado definitivamente su destino y el del Espanyol en general.

Catoira, en la presentación de Montes, con Mao.Rodolfo MolinaDiarioAS

Trataron en invierno Catoira y el club de recuperar el tiempo perdido, firmando por ocho millones a un César Montes con el que habían cerrado demasiado tarde el trato el 1 de septiembre, y echando mano de billetera también con Fernando Pacheco (2,2 millones) y José Gragera (2,8). Y de préstamos, como el de Denis Suárez, que llevaba ocho meses sin jugar en el Celta.

Otro de los ejemplos de una gestión errática es cómo el Espanyol no se ha planteado ni un segundo ejercer opciones de compra como las que tenía sobre los cedidos Álvaro o Rönael Pierre-Gabriel, habida cuenta de su rendimiento. O el papel testimonial de Dani Gómez y de un José Manuel Lazo al que le restan cuatro años de contrato, después de intercambiarlo con el Almería por Adrián Embarba.

Con su futuro ya sentenciado por Chen, quien ya en 2020 confió a Rufete la misión del ascenso tras haber comandado la caída a Segunda, Catoira había liderado la designación de un nuevo coordinador para el fútbol base, Mikel Azparren. Ahora el futuro será de otro director deportivo. Catoira es, extraoficialmente, historia del Espanyol.

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