ESPANYOL

El Espanyol, el paraíso del ‘nueve’

A la espera de la oficialidad de la marcha de Joselu al Real Madrid, el club ha perdido a cuatro delanteros de referencia e internacionales en cinco años. Todos ellos encontraron su hábitat en el Espanyol.

El Espanyol más inestable de siempre, que en los últimos seis años ha sido capaz de clasificarse para la Europa League, gastarse 43 millones de euros en un mercado de invierno y descender en dos ocasiones a Segunda, ha contado con cuatro de los mejores delanteros españoles de las últimas temporadas, un dato que se puede interpretar de mil maneras. La inminente marcha de Joselu Mato, goleador de nuevo con la Selección, al Real Madrid, que podría oficializarse la próxima semana, rescata el curioso caso de los delanteros, un contrapunto: el Espanyol cuenta con la virtud de convertir el RCDE Stadium en el paraíso de su nueve, pero al mismo tiempo demuestra su incapacidad por retener ese talento. Gerard Moreno, Borja Iglesias, Raúl de Tomás y ahora el Trofeo Zarra, motivado por su vuelta al Real Madrid como explica sin filtros desde Rotterdam con la Selección.

En un club que ha tenido nueve entrenadores en cinco años, cada uno de ellos con ideas de juego distintas, los delanteros han sido una garantía. El primer caso, el distinto, fue el de Gerard Moreno. El delantero de Santa Perpetua, formado buena parte de su carrera en Sant Adrià, llegó en 2015 a cubrir la baja de Sergio García. Un fichaje de Óscar Perarnau a cambio de 1,5 millones de euros al Villarreal por el 50% de su pase. Gerard creció cada año, con Sergio González y Constantin Galca en el banquillo, pero especialmente con Quique Sánchez Flores, quien le sacó el mayor rendimiento. Marcó 39 goles en 118 encuentros (0,33) y se convirtió en un icono. Se marchó por 20 millones. Un negocio redondo, un vacío sentimental, un salto adelante para un jugador internacional, mundialista y campeón de la Europa League justo después.

Diez de esos 20 millones se gastaron en la llegada de Borja Iglesias. Fue la última labor de Perarnau en el primer equipo antes de darle las riendas del Fútbol Profesional a Francisco Rufete. El punta gallego se acopló al sistema de Joan Francesc Ferrer Rubi y vivió el mejor año de su carrera, con 23 goles en 46 partidos (0,5). En verano, con la voluntad de Chen Yansheng, presidente, y Roger Guasch, director general, de ingresar el doble de los que se gastase en fichajes, fue vendido entre polémica por 28 millones al Betis. En el club verdiblanco ha jugado en Europa y ha ido también a la Selección.

Raúl de Tomás y JoseluRCDE

Si con Gerard y Borja hubo rendimiento en el campo y rentabilidad en los despachos, con Raúl de Tomás solamente hubo eficacia en el césped. Con el Espanyol con el agua al cuello, en descenso, con Fernando Calleri como referencia, apostó por Raúl de Tomás en enero de 2020 a cambio de 22,5 millones. El delantero estuvo dos años y medio en la primera plantilla (uno de ellos en Segunda) y marcó 45 goles en 89 encuentros, la media más alta de los últimos puntas (0,51). La historia de su marcha es conocida, malvendido al Rayo Vallecano (ocho millones más tres en variables) y por la puerta de atrás.

Su recambio fue Joselu, que llegó libre en un movimiento inteligente de Francisco Rufete anticipándose a otros equipos, y en un año con 17 goles con el Espanyol y tres con la Selección. A sus 33 años ha logrado el sueño de ser internacional y de regresar al primer equipo del Real Madrid, una salida estratégica del club blanquiazul aún por determinar el pago. También podría seguir sus pasos Martin Braithwaite, autor de diez tantos sin jugar de referencia, quien abrió la puerta a una salida. El Espanyol necesita para ascender seguir siendo el paraíso del nueve. Otro nueve seguramente.

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