El Espanyol, a limpiar sus siete pecados capitales

Después de la derrota ante el Celta que supuso la tercera consecutiva del Espanyol, y de los mensajes públicos de Sergi Darder, Raúl Tamudo y los privados de las cabezas visibles de la entidad perica, se ha producido un claro punto de inflexión, que se espera también que se traduzca en el terreno de juego bajo el mando de Diego Martínez. Lo comentó el propio capitán en la sala de prensa la semana anterior: “Toca unificar criterios; si toca hacer cosas no tan vistosas o que no nos gusten tanto hay que hacerlas, y no pensar en individualidades sino en el colectivo”. El Espanyol debe limpiar sus pecados capitales, los siete que le han llevado a esta situación tan comprometida a falta de 12 encuentros para el final de la Liga.

-Equipo camaleónico: Aunque los cambios que ha habido durante el curso e cuanto a sistema y estilo pueden suponer una “riqueza táctica”, como comentó Diego Martínez, también han convertido al equipo en un conjunto indefinido, conducido al caos en muchas fases de los encuentros. Ahora se intentará contrarrestar al rival desde una línea más estable y marcada, que pueda servir de guía a los jugadores en los distintos momentos que tiene un encuentro.

-La “sangría de goles”: El equipo perico, con el Sevilla, es el tercero que más tantos recibe, con 42, una media de 1,6 por encuentro. La llegada de Fernando Pacheco y César Montes iban a ayudar a solucionar este lastre, pero la media de tantos recibidos con el nuevo meta ha ascendido a 1,8 goles. La prioridad del Espanyol más que nunca va a ser dejar la portería a cero, tomando decisiones para protegerse todavía más en los partidos.

-El débil centro del campo: Una de las zonas en la que el Espanyol sufre todas las semanas es el centro del campo. La incursión de Denis Suárez en el equipo titular no ha ayudado de momento a los blanquiazules, y merma también al equipo en la fase defensiva. Formar un doble pivote potente ya sea con José Gragera junto a Vinicius de Souza o con al mayor sacrificio defensivo de Darder será uno de los cambios estructurales para ayudar a la defensa.

-La rémora del balón parado: Aunque Gragera anotara ante el Celta después de un saque de esquina, el Espanyol ha sido durante muchas jornadas el equipo que menos ocasiones ha generado en sus acciones de estrategia mientras que el balón parado le ha castigado hasta en 13 ocasiones, y siguendo en la parte alta de equipos más castigados por esta faceta del juego. Poner más atención y sacar más rédito en ataque es otro de los objetivos.

-Un RCDE Stadium de papel: Solo el Elche es peor local que el Espanyol este curso. Los ilicitanos han sumado siete puntos por 13 los blanquiazules, mientras que el siguiente en la lista, con 18, es el Sevilla y el Cádiz. Aunque la afluencia al estadio ha aumentado y mejorar los registros como local era una obligación, en esta segunda vuelta no se han mejorado los resultados, con solo una victoria ante el Mallorca (2-1).

-El lastre de no adelantarse: El Espanyol tiene a Joselu Matu y Martin Braithwaite, quienes suman 21 goles y se han convertido en dos de los mejores delanteros del campeonato, pero solamente ha sido capaz de adelantarse en ocho de los 26 encuentros. De esos 24 puntos, los pericos han sumado 19, por lo que marcar ese primer tanto es una ventaja empírica muy grande. De los otros 18 partidos que empezaron perdiendo, solamente sumaron ocho puntos.

-Inestabilidad en las alineaciones: Fruto en parte por las continuas lesiones que han ido mermado los recursos de la plantilla y también por los cambios de sistema y de intenciones, el Espanyol apenas ha repetido la alineación en lo que va de curso. Encontrar una base, como una pareja de centrales o de mediocentros estable, es otro de los objetivos de este tramo a la espera de que los resultados mejoren.