El día que Bojan paró un avión…
El delantero presenta en Barcelona su libro “Controlar lo incontrolable” en el que, una vez más, y con el fin de ayudar a los más jóvenes, se abre en canal para contar los problemas de ansiedad que acompañaron su carrera.
Bojan Krkic (Linyola, Lleida, 1990) presentó este jueves, en la antigua fábrica de Damm de Barcelona, “Controlar lo incontrolable” (Editorial Columna), un libro en el que, una vez más, se abre en canal para hacer visible a los más jóvenes la cara B del fútbol, esa que él vivió en primera persona después de su precoz aparición en el fútbol de élite, que vino acompañada de algún episodio de ansiedad como el que sufrió en la Selección de Luis Aragonés en Málaga y que invitóa futbolistas como Lilian Thuram a acercarse a él para saber qué sentía.
“Controlar lo incontrolable”, el libro de Bojan, actual miembro de la comisión deportiva del Barça e importante nexo de unión con los chicos de La Masia que dan el salto al primer equipo. cuenta con testimonios de estrellas que vivieron de cerca su historia, como Andrés Iniesta, Thierry Henry o Andrés Iniesta. “El fútbol es maravilloso, pero también tiene momentos que son difíciles y delicados. Pero eso tienes que pedir ayuda a quien tenga el conocimiento y el talento que te permita superarlos. En aquella época creo que nos hicimos bien el uno al otro”, cuenta el de Fuentealbilla. También pasa por el libro Frank Rijkaard, que explica que “Bojan sorprendía por su visión de juego, y sobretodo, por su manera de colocarse en el campo”.
El cuarto episodio de “Controlar lo incontrolable” es uno de los más impactantes del libro. En el mismo, y sin ánimo de hacer ‘spoiler’, Bojan cuenta cómo, textualmente, paró el avión que le llevaba de Barcelona a Alemania para incorporarse a la pretemporada del Stoke, que en esa época estaba entrenado por Mark Hugues. Fue el día en el que Bojan había pasado por las oficinas del club para rescindir de manera definitiva su vínculo con el club azulgrana. Después de dos cesiones a Italia (Milan y Roma) y un préstamo en Holanda (Ajax), había llegado el momento del adiós. Su padre le había pedido que se quedase pero la decisión era muy meditada. El asunto es que cuando el avión se preparaba para despegar, Bojan sufrió un episodio de ansiedad hasta el punto de sentarse en el suelo, señal que obligó a la azafata a advertir al piloto, que desaceleró y dio la vuelta. Bojan se bajó del avión, recogió la maleta y se marchó a casa… Al día siguiente, voló a Alemania.
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