El culebrón del nueve

Marco Garcés tiene mucho trabajo acumulado, aunque una doble operación que puede marcar el rumbo del Celta la próxima temporada. Por un lado, la salida de Larsen, por el que intentarán sacar la mayor cantidad posible, y por otro, el fichaje de un sustituto que garantice un rendimiento inmediato a la altura. En ese aspecto, la posición de Claudio Giráldez es diáfana; quiere a Borja Iglesias.

Eso sí, antes de entrar habrá que dejar salir, por lo que el Celta esperará a la salida de Larsen para lanzarse a por su sustituto. No obstante, la operación del ariete noruego no será nada sencilla. Marco Garcés dijo en su día que no aceptarían menos de 25 millones, pero ahora se encuentran con que ningún equipo se acerca siquiera a esa cifra. El debate interno es si deben aceptar una cantidad inferior, aunque todavía queda mucho mercado por delante y la situación puede cambiar.

Cuando se produzca, si se produce, esa esperada salida de Larsen, el Celta se lanzará a por un sustituto. En ese caso, el deseo de Claudio Giráldez es claro. El entrenador de O Porriño ha pedido el fichaje de Borja Iglesias, pues entiende que puede ofrecer un gran rendimiento en el esquema celeste, con Aspas como socio principal. No obstante, hay un gran obstáculo en esta operación: el alto salario del punta santiagués. Toda posibilidad de un retorno del Panda a Vigo pasa por una considerable rebaja salarial.

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