ATHLETIC

El Athletic mide los tiempos en cinco renovaciones

Los casos de De Marcos, Balenziaga, Lekue, Raúl García e Iñigo Martínez se encararán avanzada la competición.

El fútbol es caprichoso y las posibles renovaciones, más. Se miden los tiempos y se emplean estrategias diferentes según el caché del futbolista en cuestión. A veces, el club tiene urgencia y en otras ocasiones, se contemporiza mientras haya margen de maniobra. El Athletic no es una excepción pese a lo singular de su acotada filosofía. Mientras que en los casos de Sancet y Nico Williams desde el club se quiere acelerar sus ampliaciones de contrato, pese a que acaban el 30 de junio de 2024, sus agentes, sin embargo, esperan acontecimientos. No tienen prisa. Con otros leones que acaban su vinculación con el club en apenas cuatro meses hay menos premura desde la entidad de Ibaigane.

En este lado del tablero se encuentran inmersos De Marcos, Lekue, Balenziaga, Raúl García e Iñigo Martínez, aunque el central internacional envuelto en otra coyuntura muy distinta. Cada uno con sus peculiaridades, pero todos a la espera de la decisión del club, que los estudiará con minuciosidad. A ninguno de los cinco se les ha trasladado ninguna oferta hasta la fecha. Queda espacio de actuación y dependerá de su rendimiento de aquí al final de la temporada y, también, del presupuesto, sentarse a negociar o descartarlos. Esta directiva gobernada por Jon Uriarte tira de austeridad, de economizar los recursos y de recurrir en parte de sus emolumentos futuros, a una serie de objetivos pactados. Entrar en Europa se antoja clave para ganar en masa salarial.

El caso de Oier Zarraga es muy diferente. Por juventud y proyección, el club ya lleva varias semanas manos a la obra para alcanzar un entente. El extremo getxotarra, que acaba también su ligazón el 30 de junio de 2023, se ha pronunciado este mismo miércoles en Bizkaia Irratia sobre su renovación en estos términos: “Hemos empezado ya a hablar. Estamos en ello y en ese aspecto yo estoy muy tranquilo. La gente que me conoce sabe lo que yo quiero y espero que todo salga bien”, deslizaba. Lo cierto es que las posturas se van limando, pero quedan todavía flecos que les distancian para firmar el nuevo contrato ya que el caché del centrocampista ha variado respecto al cachorro que irrumpiera en el primer equipo hace un par de temporadas.

Con De Marcos, ahora titular indiscutible que se testa sus sensaciones, y Balenziaga, suplente habitual, ya existe un pacto no escrito para decidir al final de la presente temporada, en una determinación casi pactada. Son activos del club y muy comprometidos con la causa. Ya se ha trabajado en este aspecto con contratos de año a año. Lekue es una garantía por su polivalencia y fiabilidad. Raúl García fue claro esta semana al respecto: “Me gusta tener el futuro claro, por dónde puedo tirar, lo principal es que me siento cómodo, soy feliz, lo que tenga que venir, vendrá, es mi último año. Cuando tenga que venir el momento, se hará; si es así, no habrá ningún problema. Me siento fuerte, aceptando los roles que me tocan. No estoy preocupado por ello”, significada a la espera de que el club se decida. Lo cierto es que la plaza de delantero es la más desabastecida del club, un extremo que juega a favor del bravo jugador navarro. A Iñigo Martínez, tocado desde hace tres meses con una latosa fascitis plantar, no se le ha llamado para negociar. Se entiende que versa en una estrategia especial ya que es una pieza importante. Desde la dirección del Athletic se sospecha que saldrá en junio tras el coqueteo con el Barça y que otros clubes como el Atlético se hayan interesado en el ondarrutarra. Su caché, además, es muy alto. Un juego que puede variar en un tablero plagado de piezas.

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