El clic interminable

Después de la decepción copera en San Mamés por parte del Barcelona, que supuso su eliminación, y que por parte del Villarreal no se levante cabeza, sumando cinco derrotas y tres empates en los últimos diez partidos, ambos equipos buscarán hoy en el Estadi Olímpic de Montjuïc (18:30, DAZN) ese clic interminable que les permita cambiar las dinámicas en las que andan sumidos desde hace tiempo (sigue el partido en directo en As.com).

En el Barcelona se vive la situación según sopla el viento. Un día se asegura que todo es posible y a los tres días cunde la desesperación. A veces, en el mismo día pasan ambas cosas, cuando por la mañana se asegura que la temporada puede ser un éxito y que los títulos marcarán el camino y poco después, que lo importante es crecer. Sin ir más lejos, eso pasó ayer en Sant Joan Despí.

En el Barcelona se vive una mezcla rara de sentimientos. Hay decepción por haber caído en la Supercopa (especialmente teniendo en cuenta el rival y la manera en la que se produjo la derrota) y en la Copa. Eran los dos títulos que el Barcelona tenía más cerca de la mano. Pero ese sentimiento ahora contrasta con la esperanza de unos jóvenes que están dando la cara (más que los veteranos) y con un optimismo inherente a los cargos de responsabilidad en el conjunto barcelonista.

Por su parte, el Villarreal vive un momento parecido. El efecto Marcelino no ha salido de entrada como se esperaba, pero tras los retoques efectuados en el mercado invernal se aferran a la esperanza.

Esos refuerzos se probarán hoy ante un Barça que a finales de enero va a debutar en su estadio este año. Está por ver como responde la afición después de haber perdido dos títulos en el primer mes de 2024.

Llega el Barcelona al partido con otro dilema: la esperanza y el orgullo de ver como la cantera da la cara y el desencanto de comprobar absolutamente lo opuesto en futbolistas veteranos que serían los que deberían tirar del carro. En este último vagón, con el objetivo de mejorar las cosas, se sumaría Cancelo, que es la única pieza que recupera Xavi respecto a San Mamés, donde por cierto perdió a Balde para lo que queda de curso, y de donde Pedri, Araújo y Christensen salieron tocados. El danés, como es habitual, más. En el Villarreal, Albiol no llega a la cita, como dijo Marcelino, que espera parar la sangría de goles que recibe (42) y activar a una delantera imponente. También busca ese clic interminable.