El chico que llamaba todos los días

Marc Bartra espera con ansias el momento en el que pueda volver a disponer de minutos oficiales como jugador del Betis. El central, que estuvo sin inscribir en las primeras jornadas debido a los problemas con el límite salarial, ya entró en las últimas convocatorias y ahora aguarda el instante en el que Manuel Pellegrini le entregue un billete de titularidad o un sitio como reemplazo. Su paciencia está. Ya la tuvo antes de volver y no la abandonará ahora. Su sueño era volver a vestir la camiseta verdiblanca y no dudó en dejarlo casi todo para cumplirlo.

“Estaba desesperado. Llamaba todos los días”. Así relata Ramón Planes, director deportivo del Betis, el cómo Bartra se encaminó a Heliópolis un año después de marcharse. No quería otro destino. Rescindió su contrato en Turquía y esperó a que el club verdiblanco agarrara su mano de nuevo. El propio Planes admite que Pellegrini tampoco lo dudó. El chileno lo conocía bien y es consciente del rendimiento que puede darle en un sistema en el que encaja y que conoce a la perfección. En su última campaña como bético, tuvo la total confianza del técnico y fue uno de los centrales más eficientes del plantel.

Para Bartra comienza un nuevo desafío. Es feliz junto a sus compañeros, pero su ambición es la de ganarse ahora un sitio como titular en ese esquema de Pellegrini que tantas oportunidades entrega. Llega Europa y con el tradicional ejercicio de rotaciones de Manuel Pellegrini. Hay minutos para todos y cualquier jugador se puede ganar un sitio en el once si rinde a un nivel notable o muestra señales claras de fiabilidad. El chico que llamaba todos los días al Villamarín está de vuelta.