El Camp Nou, el termómetro del Barça

El Camp Nou ha sido, tradicionalmente, el mejor termómetro para evaluar el estado anímico de la afición. Un descenso súbito de seguidores en las gradas durante un tiempo prolongado marcaba una desafección peligrosa, producto seguramente de una serie de malos malos resultados o de un juego muy decepcionante. En cambio, un aumento de culés en el campo era claro sinónimo que el equipo estaba ‘enganchando’ a las gradas y que se estaba generando ilusión.

Esta temporada se está viviendo un aumento meteórico de presencia de aficionados en el Camp Nou, muestra clara de que la gente está más que satisfecha con el proyecto de Xavi. En este principio de temporada se han vivido auténticos récords, que hacía años que no se veía en el Camp Nou, como en la visita del Inter de Milán de la semana pasada, donde se congregaron más de 94.000 aficionados.

De hecho, la media hasta ahora es superior a los 80.000 culés por partido: el amistoso contra el Manchester City (91.062), Elche (85.073), Valladolid (83.972), UNAM Tigres en el Gamper (83.021), Celta (81.525) y Rayo Vallecano (81.104).

Sólo hay un partido que ha habido una presencia inferior a los 80.000 aficionados en este curso: el partido que se abrió la Champions contra el Viktoria Plzen, donde se reunieron 77.481 seguidores.

No hay duda de que los tres próximos partidos en el Camp Nou (Villarreal, Athletic y Bayern de Múnich) marcarán un poco cuál es la tendencia del culé ante el equipo. Veremos si los últimos traspiés en Champions y La Liga han afectado en la ilusión de la gente o si el socio sigue ‘enganchado’ al equipo como desde el primer día.

La primera prueba de fuego será esta noche ante el Villarreal. Un partido que, al jugarse entre semana y a las 21 horas, podría acabar condicionando la presencia del aficionado. Una presencia superior a los 75.000 seguidores en las gradas sería una clara demostración que el socio aún no se ha bajado de la Xavineta.