El Bernabéu crece hasta los 84.744 espectadores
El estadio ampliará su aforo en más de 3.000 localidades y crece hasta los 84.744 espectadores. Se están instalando ya los nuevos asientos. Deberá estar listo el 2 de septiembre para la cuarta jornada de Liga ante el Getafe.
Esprint final. El Bernabéu entra en la última fase de su remodelación. Sólo quedan 15 días para el estreno liguero en casa ante el Getafe y los avances son significativos. Al estadio le faltan los últimos retoques, aunque la obra no se completará hasta Navidad, y uno de los más llamativos está en la sillería. Los asientos azulones que hasta ahora caracterizaban al feudo blanco están siendo sustituidos por otros con un azul de tono más oscuro, más señorial.
Finalmente, pese a que no entraba en los planes iniciales del club, el Bernabéu aumentará su capacidad. Ganará algo más de 3.000 localidades. De las 81.044 personas a las que hasta ahora había podido dar cabida el feudo de La Castellana, pasará a poder acoger a 84.744. Con las nuevas butacas se espera, además, mejorar la comodidad de los espectadores. El objetivo del club está claro: convertir cada partido en una experiencia única para el aficionado madridista. Aún queda poner las bases y atornillarlos, puesto que cada butaca llevará su propio anclaje. El último paso será el césped. La idea es que esté listo en torno al 28/29 de agosto para que el próximo 2 de septiembre acoja el estreno ante el Getafe con plenas garantías (16:15 h).
Un estreno atrasado
Las obras comenzaron en el verano de 2019 y la previsión inicial era que concluyesen en torno a mediados de 2022. Sin embargo, distintas circunstancias han alargado ese plazo. La covid-19 fue aprovechada en primera instancia por el club para seguir avanzando en las obras (el equipo pasó a jugar en Valdebebas durante el año y medio que duró la celebración a puerta cerrada de las competiciones), pero trajo consigo un retraso en los materiales que no permitió avanzar lo que se esperaba en la remodelación. Después, llegó la invasión rusa de Ucrania y el problema pasó a estar en la importación de algunas materias primas. Especialmente, del acero que domina en la nueva fachada del estadio. Todo eso ya ha quedado atrás y los madridistas cuentan las horas para volver a ver su estadio al 100% de capacidad.